El servicio de alta velocidad de bajo coste de Renfe, Avlo, calienta motores ante su inminente estreno comercial el próximo 23 de junio en el corredor Madrid-Barcelona, con cuatro circulaciones diarias por sentido, y ha realizado este miércoles su primer viaje de prueba con pasajeros.
Lo más importante: con el Avlo y su precio de partida de 7 euros por trayecto –dos menos frente a los 9 euros previstos inicialmente– y un máximo de 65, Renfe se propone «democratizar» el servicio de alta velocidad, según el director de Área de Negocio de Alta Velocidad y Servicios Comerciales de la operadora ferroviaria, Francisco Arteaga. Además, está previsto que esta primavera la compañía francesa SNCF comience a operar en España con precios inferiores a 10 euros por trayecto.
El Avlo, que empieza su andadura entre Madrid y Barcelona con más de un año de retraso, debido a la pandemia[contexto id=»460724″], prevé dar el salto a los corredores que unen la capital de España con Levante y Sevilla a lo largo de 2022.
Arteaga ha señalado que lo que busca Renfe es ofrecer «nuevas soluciones de movilidad, mediante un sistema de transporte rápido, más económico, asequible para todo el mundo y sencillo de utilizar». En este sentido, la compañía está enfocada en captar cuotas de mercado de determinados colectivos y segmentos de mercado que «posiblemente no hayan tenido oportunidad de utilizar servicios de alta velocidad con anterioridad».
El tren se comercializará únicamente en clase turista, que incluye como equipaje gratuito una maleta de cabina más un bolso de mano o mochila, aunque cada cliente puede añadir a su viaje servicios adicionales como selección de plaza, cambios o anulaciones de billetes y equipaje adicional. Los niños menores de 14 años tendrán una tarifa básica de 5 euros, siempre que vaya acompañado de la emisión de un billete de adulto, y también hay previstos descuentos para familias numerosas.
Renfe ha transformado cinco trenes de la serie 112 para operar el nuevo servicio, consiguiendo una mayor capacidad de viajeros, concretamente 438 plazas por tren, un 20% más respecto a las actuales unidades. Además, la operadora tiene previsto incorporar dentro de su plan estratégico los nuevos trenes de la serie 106 (Avril), que destinará al producto Avlo, con una capacidad aún mayor, de 581 plazas, lo que supondrá 1.162 en total con un tren en doble composición.
Arteaga ha detallado que se trata de ir incorporando hasta 15 unidades de la serie 106, «en función de la propia explotación que tengamos de los corredores a la medida que se vaya consolidando e incrementando el número de viajeros, y las condiciones lo vayan permitiendo». Estos trenes empezarán a llegar a Renfe en el primer trimestre de 2022, es un material específico para unos corredores de alta ocupación como es el caso de Avlo, ha subrayado. Se trata de un tren absolutamente sostenible desde el punto de vista medioambiental y plenamente accesible, con cero emisiones y que utiliza energía eléctrica procedente 100% de fuentes renovables.
A pesar de un entorno marcado por la COVID-19 y las restricciones a la movilidad, Renfe espera que el Avlo pueda ser rentable en su primer año de funcionamiento, para lo que se necesita un nivel de ocupación superior al 80%, que Arteaga confía en que se pueda lograr, al ofertar «un producto altamente competitivo». Aunque el directivo ha reconocido que, ahora mismo, los datos están afectados por la pandemia, con una demanda del Ave entre Madrid y Barcelona de tan solo un 30% de la que había en 2019 y una oferta que está por encima, en torno al 55%.
