The Objective
Ricardo Dudda

Escribir para la gente

«Juan del Val quizá no sabe que ahora lo prestigioso culturalmente es ser comercial. No tiene por qué pedir disculpas. El romanticismo de la contracultura ha muerto»

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Escribir para la gente

Ilustración de Alejandra Svriz.

En su discurso de aceptación del Premio Planeta, Juan del Val dijo: «Se escribe para la gente, no para una supuesta élite intelectual». Nadie le había criticado todavía, no había dado tiempo, pero el autor puso la tirita antes de la herida. El premio era un millón de euros, uno de los galardones literarios más generosos del mundo. Del Val no parecía muy entusiasmado. Tenía más ganas de exteriorizar su resentimiento. «Comercial y calidad son las bases de este premio. Considerarlo cosas distintas es faltarle a la gente». La gente, la gente.

Juan del Val quizá no sabe que ahora lo prestigioso culturalmente es ser comercial. No tiene por qué pedir disculpas. El romanticismo de la contracultura ha muerto. Solo los anticuados escriben para la posteridad. Qué mejor posteridad que un millón de euros. Una posteridad tangible, traducida en coches y casas.

«Hoy, la peor acusación que puede recibir un artista es la de elitista. El crítico también tiene miedo de ser acusado de lo mismo»

Cuando se anunció el premio, circularon en redes fragmentos de otros de los libros de Juan del Val. No son algo excesivamente vergonzoso; son sobre todo insustanciales. Pero en muchas ocasiones, la crítica a su prosa era una crítica ideológica: Del Val es un cuñao de El hormiguero. En España la ideología es lo que define el buen gusto. Escribe mal ¡porque es de derechas!

Hoy, la peor acusación que puede recibir un artista es la de elitista. El crítico también tiene miedo de ser acusado de lo mismo. Es el argumento democratizador. La música de Taylor Swift gusta a millones de personas. ¿Estás en contra de la gente, del pueblo? El nuevo disco de la artista estadounidense ha recibido malas críticas, o al menos no tan buenas como sus anteriores trabajos. Swift se ha defendido como lo haría una adolescente (que es, en el fondo, lo que es su música): ha dicho algo así como que incluso cuando la critican hablan de ella. 

El discurso de Juan Del Val está, en el fondo, en el zeitgeist. Lo llaman rancio, pero está perfectamente integrado en su cultura y en su época. Es un antielitismo desde las élites. El otro día una influencer defendía el nuevo disco de Taylor Swift diciendo que «no es la tesis doctoral de Borges» (lo que signifique esto) y que no es un disco para lectores de Dostoievski (me recuerda a la gente que usa Einstein como sinónimo de listo). Es una artista para la gente, sugiere, y no para elitistas y lectores de literatura rusa. El artista que vende mucho es mejor porque representa a mucha gente. Es el discurso cultural de nuestra época. Defender la alta cultura no es solo algo elitista, es incluso antidemocrático.

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