La IA como mente colmena
«El internet como experiencia de ‘exploración’ y ‘navegación’ está muriendo. El nuevo internet es un internet pasivo (desde ChatGPT hasta los vídeos en TikTok)»

Ilustración de Alejandra Svriz.
El creador de Breaking Bad, Vince Gilligan, acaba de estrenar una nueva serie, Pluribus. La premisa es excelente, su desarrollo menos. El planeta es invadido por un virus extraterrestre que ha acabado con la individualidad: cada habitante de la tierra forma parte de una sola gran mente colmena, excepto 13 personas que intentan no contagiarse. A una de ellas, la protagonista de la historia, le desquicia esta situación, tanto que su histeria resulta irritante. La serie se vuelve reiterativa y subraya con demasiada obviedad un dilema que está a la vista de todos (y que es muy americano): es mejor una vida insatisfactoria en libertad que una sumisión placentera.
En un interesante artículo en su siempre imprescindible blog en Substack, el crítico musical Ted Gioia, que cada vez escribe más sobre el estado de la cultura contemporánea, enmarca la premisa de Pluribus en nuestra época. Y da dos ejemplos muy elocuentes. Cita un profesor de historia que dice que la mayoría de los textos que recibe de sus alumnos son casi idénticos: «La redacción, la estructura, las transiciones, el tono e incluso las frases finales son prácticamente idénticas». No hace falta ser muy avispado para adivinar qué es lo que hay detrás.
«La verdad está en la agregación, y no en la exploración»
Cada vez copiamos más a ChatGPT. Hay incluso palabras que han ganado popularidad simplemente porque los chatbots las usan con más frecuencia. Un estudio analizaba el uso del verbo inglés delve (ahondar), que está mucho más presente ahora que hace unos años. Y es simplemente porque, como explica el lingüista Adam Aleksic, «los empleados de las empresas de IA que revisan los resultados de los modelos de lenguaje grandes (LLM) suelen ser trabajadores con salarios bajos procedentes de países como Nigeria y Kenia, donde la palabra ‘delve’ se utiliza con más frecuencia que en el inglés americano o británico».
El otro ejemplo que da Ted Gioia en su artículo tiene también que ver con la IA: «Me preocupa especialmente la decisión de Google de sustituir los resultados de búsqueda, que ofrecen muchas respuestas diferentes a tus preguntas, por una única solución autorizada basada en la inteligencia artificial». Esta decisión no solo daña enormemente a las webs que crean contenido, entre ellas sobre todo los medios de comunicación. Sus efectos son también epistémicos. Es la IA como gran mente colmena: la verdad está en la agregación, y no en la exploración. Como dice Gioia, «los motores de búsqueda ya no quieren que busques». El internet como experiencia de «exploración» y «navegación» está muriendo. El nuevo internet es un internet pasivo (desde ChatGPT hasta los vídeos en TikTok) y te lo da todo masticado.