Vértigo
Todo es vertiginoso asomados a los abismos que el ser humano es capaz de generar en esta pobre y maltratada madre tierra que nos soporta con sempiterna paciencia
Todo es vertiginoso asomados a los abismos que el ser humano es capaz de generar en esta pobre y maltratada madre tierra que nos soporta con sempiterna paciencia
Si observamos que en el mundo se producen al día unos 100.000 divorcios y unas 115.000 bodas, hemos de caer en la cuenta de lo efímero de las relaciones de pareja y lo casual que pueda ser su durabilidad, dado que las cifras nos ponen sobre la mesa lo difícil que resulta mantener la llama del amor encendida.
Pero como lo que sucede en el mundo en un solo día arroja cifras de auténtico vértigo, también entre ellas se encuentran las de lo excepcional, de lo extraño, de lo contradictorio, de lo indignante y de lo hermoso.
El 25 de noviembre de 1932 Jonh y Ann Betar huyeron de su barrio en Connecticut en dirección a Harrison, Nueva York. Querían evitar que el padre de Ann la casara con un hombre veinte años mayor. El próximo lunes se cumplirán 81 años de aquella fuga y John y Ann, con más de cien años, siguen juntos. En la foto de familia sus cinco hijos con toda su numerosa descendencia desprenden un aroma de bizcocho de lo rico hecho en casa con amor.
A esta hora del día han nacido en el mundo 286.000 seres humanos y han fallecido 118.000, y estas cifras aumentan a cada segundo que pasa. Todo es vertiginoso asomados a los abismos que el ser humano es capaz de generar en esta pobre y maltratada madre tierra que nos soporta con sempiterna paciencia.
En la orilla oscura del amor está el divorcio de ese gran delincuente legal que es Rupert Murdoch de 82 años, de su esposa Wendi Deng. Parece que después del culebrón de Lehman Brothers en el que se inició la catástrofe financiera que está acabando con el sentido de lo público en educación y sanidad, la pareja ha tenido sus más y sus menos. El amor falleció pero sus cuentas sí que han salido beneficiadas.