Hatajo de intolerantes

2 de diciembre de 2013. Siglo XXI. Europa. Leo con tristeza que los croatas han rechazado en referéndum el matrimonio homosexual.

2 de diciembre de 2013. Siglo XXI. Europa. Leo con tristeza que los croatas han rechazado en referéndum el matrimonio homosexual. Lo leo con asombro y lo digiero con mucha rabia (yo que siempre intento esconderla… pero ella suele acabar desatada). Y me pregunto, por enésima vez: ¿Qué le pasa a la gente con los gays y las lesbianas? En serio ¿Qué les pasa? ¿Qué les asusta?¿Qué problema puede tener una persona en que otra se case con quién le dé la real gana? ¿Como se puede prohibir “en nombre de La Familia” (una familia que no es la mía por supuesto) que dos personas que se quieren se casen? La ristra de preguntas básicas, porque son tan básicas que rozan el absurdo, es larguísima y, a día de hoy, sigo sin obtener respuestas convincentes.

740.000 firmas de 740.000 intolerantes sirvieron para promover esta consulta popular que afectaba a los derechos fundamentales de una minoría en un país que acaba de ingresar en la Unión Europea. 740.000 intolerantes que han logrado blindar constitucionalmente el matrimonio a los homosexuales con una consulta en la que sólo votó el 38% de la población. El 62% pasó del tema.

Ya se sabe que los conservadores son más disciplinados a la hora de votar y de ir todos a una. Son más rígidos en general. Ordenados, rectos, dignos, sabedores y conocedores de la verdad (porque creen que solo hay una). Incapaces de ver más allá de su modelo de vida, de familia y avanzados expertos en eso de limitar y prohibir al vecino.

Y ante tan desolador panorama me atrevo a lanzar un mensaje a todos los homosexuales del mundo: seguid amándoos como lo hacéis, que al final es lo que cuenta, y dejad que este inmenso hatajo de intolerantes se enreden y se tropiecen con sus verdades de pacotilla. Porque al final se darán de morros contra su implacable moral.