Messi se quedó sin regalo
No ha caído bien la concesión del Balón de Oro de la FIFA a Cristiano Ronaldo en el noreste de España. Cualquier excusa es válida para desmerecer el premio otorgado a la estrella madridista
No ha caído bien la concesión del Balón de Oro de la FIFA a Cristiano Ronaldo en el noreste de España. Cualquier excusa es válida para desmerecer el premio otorgado a la estrella madridista
Leyendo lo que se publica y se comenta en el noreste de España en estos últimos días, no hay que ir a Harvard para darse cuenta que no ha caído excesivamente bien la concesión del Balón de Oro de la FIFA a Cristiano Ronaldo. Acostumbrados como están a que en los últimos años y, esté como esté él y el resto, le regalen a Messi el en otros tiempos, preciado galardón, que por una vez se haya hecho justicia premiando al que más méritos ha aglutinado a lo largo del año, ha sentado a cuerno quemado en Can Barça y alrededores. Que si no ha ganado nada, que si se amplió el plazo de votación para beneficiar al portugués, que si…..¡eso!… que si la abuela fuma. Cualquier excusa es válida para desmerecer el premio otorgado el lunes a la estrella madridista.
Dejando claro que sigo pensando que desde hace mucho tiempo el Balón de Oro es un trofeo absolutamente devaluado por el politiqueo y el oscurantismo con el que se mueven todas las votaciones, apelar ahora a argumentos que no fueron utilizados antes cuando el elegido era Leo Messi, me parece infantil y victimista. Lo reconozcan o no culés y añadidos, el argentino entre lesiones y baja de paternidad se ha pasado más de medio año en el dique seco. No merecía ganar pero claro tampoco lo tenía que haber hecho en el 2010 cuando España ganó el Mundial y Argentina, con Messi desaparecido en combate, caía goleada por Alemania en cuartos de final o hace dos años cuando el Madrid liderado por Cristiano Ronaldo ganaba la Liga estableciendo un récord de puntos y goles. Se lo regalaron entonces y por eso más de uno pensaba, yo entre ellos, que este año se iba a repetir la misma historia. Me alegro de haberme equivocado. El Balón de Oro recupera algo del prestigio perdido.