Photocall para una guerra

Qué risa. Como si acabara de pasar por ahí Chiquito de la Calzada y estos cuatro encorbatados intentaran contener la carcajada para que la imagen no parezca demasiado obscena.

Mírenlos. Qué risa, tú. Qué risa. Como si acabara de pasar por ahí Chiquito de la Calzada y estos cuatro encorbatados intentaran contener la carcajada para que la imagen no parezca demasiado obscena.

Pero lo es.

Obscena.

Hasta el asco y el vómito. 

¿De qué se ríen estos tipos? ¿Qué les hace tanta gracia? Quizá las ciento treinta mil personas que han muerto en Siria desde el inicio de la guerra hace tres años. Quizá el millón y medio de personas que se han quedado sin hogar, muchos de ellos niños. Quizá las decenas de miles de menores que han perdido a su padre y a su madre. O quizá las espantosas torturas del régimen a miles de miembros de los rebeldes, de las que hemos sido testigos esta semana gracias a las escalofriantes fotografías de un desertor (electroshocks, quemaduras, palizas, privación de sueño, ejecuciones simuladas o violación de familiares, por ejemplo).

Elijan ustedes qué les hace más gracia.

Porque, al contrario de lo que pueda parecer, estos caballeros no están posando en un photocall. No. Estos caballeros están posando a la entrada de Ginebra II, que no es la última película de Tom Cruise sino la Conferencia de Paz para Siria. Un tema serio, vamos. Tan serio como que de él dependen no sólo el destino sino la vida o la muerte de millones de personas.

Aunque, ahora que lo pienso, quizá sí que hay algo que les hace gracia.

El dinero. Qué va a ser, si no.

El diluvio de dinero que va a caer para la reconstrucción del Siria tras la guerra y que se embolsarán contratistas de sus países, algunos de ellos, amigos de los hombres de la sonrisa. Un chollo sin control en el que miles de millones de dólares desaparecen por las cloacas como por arte de magia. En Irak los informes más conservadores apuntan a que fueron malgastados, por fraude o incompetencia, 68.000 millones de dólares destinados a la reconstrucción del país.  

Al menos disimulen un poco, caballeros. Al menos disimulen un poco. Que da vergüenza. Aunque no sé si ustedes la tienen.