Pedro J.
Hace casi 24 años viví su cese como Director de Diario 16. Fundamos juntos El Mundo, junto a algunos otros colegas. Pedro es el mejor periodista que he conocido.
Hace casi 24 años viví su cese como Director de Diario 16. Fundamos juntos El Mundo, junto a algunos otros colegas. Pedro es el mejor periodista que he conocido.
Una mala noticia para el periodismo y los periodistas. Trasciende lo profesional. Pedro J. ha sido cesado como director de El Mundo. Desconozco los motivos. Intuyo algunos como todos. Y uno de ellos es nefasto para la sociedad española: las presiones del Gobierno que preside Mariano Rajoy para que esto sucediera.
Un teclado de un ordenador, como de una Underwood, es un piano de la palabra, y una ametralladora de sucedidos y un cañón de opiniones libres. Y cuando el periodismo, un sacerdocio, se ejerce como se debe, debe ser un peligro para cualquier Gobierno y una garantía para los ciudadanos. Cuando un Gobierno se sale con la suya y se carga a un director, triunfan los poderosos que nos abrochan a la miseria y es derrotado el personal.
Es buena la fotografía que le hizo Susana Vera a Pedro J. Conozco bien ese gesto de mala hostia, esa mirada de aquí no acaba la partida, a la que siempre acompaña una tos inconfundible. Hace casi 24 años viví su cese como Director de Diario 16. Fundamos juntos El Mundo, junto a algunos otros colegas. Y fundar un diario es el copón, quizá lo mejor que puede hacer un periodista en su carrera.
No son las mismas circunstancias. Pero en días como hoy la sintaxis queda huérfana de entusiasmo. En la redacción habrá tensión, nervios, tristezas sinceras y alegrías infames, y reptarán los serviles y los ocasionales, que siempre sobresalen en las horas negras. En la calle hay menos libertad.
Pedro es el mejor periodista que he conocido. En el silencio duro que se produjo cuando alguien decidió que se separaran nuestros caminos profesionales cabían días enteros con sus correspondientes noches. Desde entonces nos hemos tratado poco. Nuestras diferencias a quemarropa nunca me impidieron reconocer su talento, que no es más que una mezcla de concocimiento, fantasía e inteligencia, aderezadas con intuición. Así se hace un diario que se precie.
Aprendí mucho con Pedro, y de Pedro. De lo que hay y lo que no hay que hacer en este oficio adorable, estupefaciente, canalla y miserable. Y ya sabemos que donde se destapa la verdad se descubre la mentira.
Pedro J. ya no es director de El Mundo. Necesitamos tiempo y perspectiva para analizar todo lo que va a suceder en las próximas semanas y meses. Van a ser muchas cosas. De fuste. Lo que no tengo duda es que seguiremos leyendo a Pedro J. Y recuerdo a Angel Antonio Herrera, mi poeta: “…un día uno tampoco ve el mundo a salvo de la urgencia, y entonces entiende el periodismo. El escribir en los periódicos”. Nos quedan muchas ráfagas de pasión por el oficio y la búsqueda de la verdad. Pero sí, la noticia es mala para nosotros, porque es buena para el Gobierno y para aquellos a los que sirve el Gobierno. Una putada.