Pelotas de goma
Vivimos en un momento de absoluta discapacidad para ponernos en la piel del otro, porque el miedo sembrado por la crisis y el estado policial, nos empuja de manera colectiva al abismo del silencio.
Vivimos en un momento de absoluta discapacidad para ponernos en la piel del otro, porque el miedo sembrado por la crisis y el estado policial, nos empuja de manera colectiva al abismo del silencio.
Vivimos en un momento de absoluta discapacidad para ponernos en la piel del otro, porque el miedo sembrado por la crisis y el estado policial, nos empuja de manera colectiva al abismo del silencio y a agachar la cabeza ante los múltiples atropellos que a diario regalan los sistemas financieros enviando a sus perros guardianes. Creo que hasta buena parte de los perros guardianes ya están hasta los cojones.
El otro día la policía sudafricana usó balas de goma y granadas aturdidoras para separar a seguidores del ANC, el partido del fallecido Nelson Mandela en el poder desde hace 20 años; y opositores que se manifestaban contra el desempleo.
Digamos que el que un gobierno bajo el espíritu de Mandela, tenga que recurrir a esta violencia interna cuando la gente se queja del desempleo, es como que te chirría todo…
Pero como España ya hace años es la realidad que supera la ficción gracias a sus señores feudales y bajo el muy noble escudo de la democracia, resulta que en una muy desagradable vuelta de tuerca hemos presenciado cómo los cuerpos de «seguridad del estado» recibían el 6 de febrero pasado a una marea de 200 inmigrantes subsaharianos con tiros de fogueo y pelotas de goma, al intentar llegar nadando a la playa del Tarajal, en Ceuta.
Según cuenta el desatino, de momento han sacado del agua a 14 cadáveres.
Chavales que hacen miles de kilómetros bajo el yugo del terror y de la estafa, que arriesgan sus vidas por llegar al falso sueño de nuestros escaparates, y ven segada su vida al llegar a la meta, porque ante una masa humana que se ahoga, el mejor recurso es disparar………Y en el entretanto, el ministro de interior con minúsculas entendederas Jorge Fernández, un día dice una cosa y al día siguiente la contraria.
Tiene pelotas.
De goma.