Mondo cane
Echa uno una ojeada a las fotos de The Objective, que es la manera más rápida de enterarte de lo que pasa en el mundo, y te das cuenta de que la humanidad no tiene remedio. O así lo parece.
Echa uno una ojeada a las fotos de The Objective, que es la manera más rápida de enterarte de lo que pasa en el mundo, y te das cuenta de que la humanidad no tiene remedio. O así lo parece.
No me canso de decirlo, y lo que es peor, de comprobarlo. Este mundo está loco, rematadamente loco. Echa uno una ojeada a las fotos de The Objective, que es la manera más rápida de enterarte de lo que pasa en el mundo, y te das cuenta de que la humanidad no tiene remedio. O así lo parece.
Y no solo por las tragedias diarias a las que nos tienen acostumbrados países como Nigeria, donde acaban de asesinar, mientras dormían, a 59 jóvenes estudiantes y tantas otras como salpican el globo terráqueo de barbaries incomprensibles.
Pero es que en ese centro de la civilización como es Estados Unidos, también se producen noticias difíciles de creer. La prensa airea estos días la caradura de una serie de policías y bomberos que participaron en el escalofriante episodio del 11-S, y ahora resulta que son unos caraduras de tomo y lomo que fingiendo minusvalías y discapacidades, han venido cobrando de la Seguridad Social pingues recompensas. Increíble. Exactamente 106 civiles, 72 bomberos y 8 policías son los protagonistas de este descomunal escándalo que conmueve a la sociedad norteamericana.
En ese mismo país, una noticia, cuando menos, sorprendente: “General Motors llama a revisión a más de 588.000 vehículos -Saturn Ion, Chevrolet HHR, Pontiac Solstice y Saturn Sky- tras detectar un defecto que anula el funcionamiento de los airbag delanteros. El fallo ha provocado la muerte de 13 personas.” Es que ya no estamos seguros en ningún sitio. El centro neurálgico de la técnica mundial también hace aguas de vez en cuando para estupor y sorpresa del resto del mundo, que ve en Estados Unidos el país/modelo a seguir.
Y en Nepal, en la falda del Everest, se ha instalado una dotación de policía para poner orden en las escaladas. Vamos, que hay aglomeraciones por subir a la cima. Increíble.