Vigilantes

Enemigos de internet. EE.UU., India y Reino Unido. Suena rotundo el pronunciamiento de Reporteros sin Fronteras (RSF), que así designa a estos tres países tras constatar que han espiado a millones de ciudadanos.

Enemigos de internet. EE.UU., India y Reino Unido. Suena rotundo el pronunciamiento de Reporteros sin Fronteras (RSF), que así designa a estos tres países tras constatar que han espiado a millones de ciudadanos y crackeado el corazón de la web. La imagen de Cristopher Furlong tiene carga simbólica, sin duda. Y un aire marciano, nuclear, lunático. Como casi todo lo secreto.

No cuestiono el trabajo de los colegas de RSF. El día 12 celebraron el día mundial contra la censura en internet. En el informe de este año se han centrado en los organismos gubernamentales y en las agencias que se ocupan de la censura y la vigilancia online. Trabajo recomendable. No dan puntada sin hilo, y acreditan sus acusaciones. Por ello, recomiendo la lectura del documento íntegro.

Pero no seamos cándidos. Ni inocentes. EE.UU, India y Reino Unido disponen de más medios que otros para ejercer ese trabajo sucio que viola los principios esenciales de cualquier sistema democrático. Y quizá por ello, al peso, en volumen, lo practican más que otros, o de modo más certero para sus intereses.
Pero no son los únicos. Todos los Gobiernos que he conocido lo practican de un modo u otro. Y todos, al final, cuando algún reportero, o algún ciudadano comprometido y con un par, tratan de echarles el guante, alzan como barrera que pretenden infranqueable la Seguridad del Estado. O la razón de Estado. O sea, el último recurso al que echar mano para no revelar hechos inconfesables.

Es una película que hemos visto demasiadas veces. Por eso es importante el trabajo de RSF. Porque le hinca el diente a una causa esencial para todos. Y bien está que centren el tiro en tres de los grandes. Pero no nos olvidemos del resto. La tecnología nos sirve y nos es útil a todos. Pero a quienes manejan los hilos de las razones de Estado les ha puesto en casa. Para jodernos. Por eso debemos estar vigilantes y no cesar en la denuncia. De todos. No solo de los gigantes. En esta materia repulsiva, hasta el más torpe hace relojes.