Un Whatsapp para Cañete

Se nos acabó el chollo. Creo que nada le gusta más a un periodista que hacer quinielas y la de la lista europea del PP ha sido nuestro entretenimiento estas últimas semanas.

Se nos acabó el chollo. Creo que nada le gusta más a un periodista que hacer quinielas y la de la lista europea del PP ha sido nuestro entretenimiento estas últimas semanas.

Ríos de tinta y horas de tertulia para que finalmente el elegido sea el más previsible. El candidato por el que todos apostaban desde el principio. Le ha cogido el gusto Mariano Rajoy a eso de manejar los tiempos. Y tiene la habilidad de desquiciar a todos. Empezando por sus propios compañeros de partido.

He perdido la cuenta de los rumores que han circulado en los últimos días sobre un posible cabeza de lista sorpresa. Y lo cierto es que todo encajaba , empezando por la demora en la designación. Hasta Esperanza Aguirre sonó como posible candidata.

Hubiese sido un golpe de efecto tremendo pero, seamos sensatos. ¿Desde cuando a Rajoy le gusta ser imprevisible? Pues eso. Que el suflé europeo se nos ha desinflado en cuestión de horas y, qué quieren que les diga, la campaña con Cañete y Valenciano me da mucha pero que mucha pereza.

Así que lo más probable es que la próxima semana nos entretengamos en una nueva quiniela: la de la crisis de Gobierno. La prensa sueña con un movimiento de silla de ultima hora, que el Presidente aproveche para cambiar alguna ficha más de la estrictamente obligatoria por la marcha de Cañete.

Yo, en cambio, me iría haciendo a la idea de que la próxima semana tendremos nuevo inquilino en el Ministerio de Agricultura y para de contar. Imagino que al elegido le mandarán un WhatsApp para anunciarle el nombramiento igual que Cospedal hizo con Cañete. En Génova, ya ven, están a la última. En Moncloa, algo menos. Dicen que Rajoy es más de SMS, aunque tras alguna mala experiencia reciente igual opta por la paloma mensajera.