Semana del perdón
La Semana Santa es la semana del perdón. El mundo no quiere entenderlo y busca mil argumentos para explicar la fe, que estos días celebra sus tradiciones con un fervor incomprensible para quienes creen tener una explicación para todo.
La Semana Santa es la semana del perdón. El mundo no quiere entenderlo y busca mil argumentos para explicar la fe, que estos días celebra sus tradiciones con un fervor incomprensible para quienes creen tener una explicación para todo.
Preciosa fotografía elige The Objective para informar sobre la Semana Santa: los penitentes recorren las calles de Almería y miles de hermandades han salido estos días para conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
La Semana Santa es la semana del perdón. El mundo no quiere entenderlo y busca mil argumentos para explicar la fe, que estos días celebra sus tradiciones con un fervor incomprensible para quienes creen tener una explicación para todo. Muchos se pierden la belleza que supone sumergirse durante estos días en el Misterio por excelencia. Pierden también una ocasión para reflexionar sobre el perdón que el mundo necesita cada día.
Es la semana del perdón y de la esperanza. El sacrificio de Cristo hace nuevas todas las cosas, recompone el orden y nos agarra de la mano cuando estamos a punto de caer al fondo del abismo. No somos capaces de nada bueno cuando creemos ser capaces de hacerlo todo por nosotros mismos: no hay más que ver el resultado de las ideologías que negando a Dios han terminado por negar cualquier afirmación racional. La fe es un don que merece respeto y creer es una forma muy especial de conocer.
Dios se ofrece por un hombre perdido. Basta comprobar las decenas de fotografías de violencia que nos trae cada semana The Objective. La humanidad necesita recuperar la dignidad que nos da un Dios que se hizo de los nuestros. Ninguna ideología jamás podrá calmar las ansias que todos tenemos en el corazón y que, en los días del Misterio, en la semana del perdón y la esperanza, renovamos hasta afirmar conmovidos, con el Pregón de Pascua: “esta noche santa ahuyenta los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes, expulsa el odio, trae la concordia, doblega a los poderosos”. Feliz Pascua de Resurrección.
