Océanos de sangre
«Nuestros clientes están preocupados con esta decisión ya que no serán capaces de tener una cocina de ballenas decente¨ – ¿en que quedamos entonces? ¿es para fines científicos o para consumo?
«Nuestros clientes están preocupados con esta decisión ya que no serán capaces de tener una cocina de ballenas decente¨ – ¿en que quedamos entonces? ¿es para fines científicos o para consumo?
Dos semanas después de que la Corte Internacional de Justicia ordenara el cese del programa de caza de ballenas en la Antártida por parte de Japón, el Instituto de Investigación de Cetáceos de Japón ha hecho un comunicado en el cual dice que a su entender la mayor parte de las ballenas no están en peligro de extinción y que el Gobierno Japonés tomará las medidas oportunas para poder continuar con la caza de ballenas. El responsable de políticas pesqueras nipón, Yoshimasa Hayashi, afirmó por su parte que defenderá este programa de cara a “preservar la cultura de comer ballena y garantizar el suministro de carne de ballena”. Por su parte Shunichi Suzuki, legislador del Partido Liberal Democrático, dijo – «. La caza de ballenas en Japón se basa en razones científicas, mientras que los argumentos de los grupos ecologistas son emocionales, diciendo que están en contra porque son lindos o inteligentes «. Pues hombre, que algo sea inteligente y emocional es un poderoso motivo para no comértelo.
Tras el revuelo que estas declaraciones han despertado en la comunidad Internacional el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Noriyuki Shikata ha declarado que Japón acatará el fallo de la corte, aunque se teme que esto solo signifique que están adaptando su programa a los limites legales que les permitan nuevamente regresar a la caza eludiendo así la sentencia sin querer decirlo abiertamente.
Japón ha argumentado que respeta la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas, alegando que sus cacerías son exclusivamente científicas, cosa con la que el tribunal de La Haya no está de acuerdo al considerar que Japón participa en caza comercial, y no científica sacando a la luz que desde 2007 Japón ha cazado 1.035 ballenas, un número excesivo no científicamente justificable. A todo esto además hay que añadir las declaraciones de Mutsuko Onishi, presidente de los restaurantes de cetáceos que dijo – «Nuestros clientes están preocupados con esta decisión ya que no serán capaces de tener una cocina de ballenas decente¨ – ¿en que quedamos entonces? ¿es para fines científicos o para consumo?
Otro hecho contradictorio es que según Japón sólo consumen un promedio de 40 gramos de carne de ballena al año por persona pero casualmente el pasado martes se celebró el famoso buffet anual de cocina de carne de ballena que celebra la cultura ballenera del país y en el cual sirvieron platos de ballena que alimentaron a más de 600 personas. Y ante esto solo tengo que decir que no todo es comida ni todo es cultura.