Quiero estar en tu TL
Que tú siembres el mío de flores y lo revientes con brillantes palabras y dulces imágenes, encargadas de retratar un mundo ordenado. Explícame qué significo en tu vida. Cuéntame cómo gritas mi nombre cuando me necesitas.
Que tú siembres el mío de flores y lo revientes con brillantes palabras y dulces imágenes, encargadas de retratar un mundo ordenado. Explícame qué significo en tu vida. Cuéntame cómo gritas mi nombre cuando me necesitas.
“Que tú siembres el mío de flores y lo revientes con brillantes palabras y dulces imágenes, encargadas de retratar un mundo ordenado. Explícame qué significo en tu vida. Cuéntame cómo gritas mi nombre cuando me necesitas. Habla de tu inseguridad y yo lo haré de mi fortaleza. Recupera para mi los primeros instantes juntos, el modo en que me preguntabas algo, titubeante, mientras yo te arropaba en dos frases para que tus pies encontraran el rumbo. Dime qué te gusta de mi. Qué se yo; seguro que te nacen elogios espontáneos que al final se volverán contagiosos. Callas para tomarte tiempo, ¿verdad? Necesitas inventariar tus afectos y seleccionar la foto que los ilustre, lo que indica que tu respuesta será sentida. Mientras yo vuelvo a mis calles y tú a las tuyas. Pero en la próxima intersección, continuamos esta historia de amor bajo la tutela del Empire State. Porque no hay mejor escenario para el idilio que esta ciudad nuestra. Quedo a la espera de tus mensajes”.
El peor riesgo de una declaración de cariño, no es que se quede en un acto unilateral, sino ser repudiado; y esto le ha sucedido a la Policía de Nueva York. Su responsables instaron a los neoyorquinos a participar, a través de Twitter, en un movimiento viral que ponderara al Cuerpo a través de fotos con los agentes. Sin embargo en lugar de flores, recibieron un aluvión de críticas por sus violentos comportamientos.
Normal, cuando damos un beso para recibir otro, la argucia nos delata. Es humano pero también ruin, e igual que el niño desvela el embauco sin pudor, las redes sociales penalizan los artificios. Desde la trinchera del anonimato todo ciudadano se atreve a decir a otro lo que piensa. Quizá por eso algunos políticos las temen más que a un tornado.