Caballeros cowboys

“La vida es dura. Él más”. Con esta rotunda sinopsis se publicita “Una noche en el viejo México”, segundo largometraje como director del cómico, realizador y productor español Emilio Aragón (“Pájaros de papel”).

“La vida es dura. Él más”. Con esta rotunda sinopsis se publicita “Una noche en el viejo México”, segundo largometraje como director del cómico, realizador y productor español Emilio Aragón (“Pájaros de papel”). También serviría para promocionar otro interesante estreno de esta semana, “En un lugar sin ley”, del estadounidense David Lowery (“Deadroom”, “St. Nick”). Pues ambas películas reflejan ese nostálgico espíritu caballeresco de los viejos cowboys, encarnado hace décadas por John Wayne, Gary Cooper, James Stewart… Seres humanos con flaquezas, pero que encaraban de frente los reveses de la vida y daban la talla en los momentos críticos.

En “Una noche en el viejo México”, ese espíritu lo personifica Robert Duvall, en la piel de un desahuciado vaquero que realiza con su nieto (Jeremy Irvine) una accidentada escapada a México, inicialmente lúdica, pero en la que —como siempre— deberán luchar contra los malvados y salvar a la doncella (Angie Cepeda), quizá no tan pura como antaño. La dama de “En un lugar sin ley” es una ex ladrona (Rooney Mara), que se rehabilita con su hijita mientras espera paciente a su marido (Casey Affleck), que salda en la cárcel las fechorías de ambos. Aquí, sus protectores son su suegro (Keith Carradine) y un lacónico sheriff (Ben Foster), que se ha enamorado de la chica, aunque ésta casi le mata hace años.

Emilio Aragón ha buscado inspiración en las tragicomedias criminales de los hermanos Coen. David Lowery imita más bien el tono trágico y poético de “Malas tierras” y “Días del cielo”, de Terrence Malick. En cualquier caso, ambos han rescatado en sus películas viejos valores, presentes en todas las historias épicas y románticas desde que el mundo es mundo, y muy útiles en tiempos de crisis. La vida es dura. Nosotros más. Conviene que nos lo recuerden.