Los gobernantes nos odian

Odian el amor entre Hombre y Mujer y por eso se dedican todos los días a instalarnos en la paranoia de que lo mejor que pueden hacer es ir cada uno por su lado, por medio de noticias alarmistas manipuladas.

Me hace mucha gracia la cruzada que enarbolan actualmente los gobiernos del bloque sionista contra “el odio”, que ha llevado a generar un delito expreso con tal nombre, como si el odio no formara parte de las emociones humanas. [“Odiar” significa “desear el mal a una persona”].

Y me hace gracia porque son precisamente los gobernantes quienes odian al Ser Humano cuando han llevado a sus países a la bancarrota y, no contentos con ello, ¡encima ayudan a los causantes de esos males (los banqueros) con el dinero de las víctimas! ¿Se puede imaginar un acto de mayor odio?

Ese es el leit motiv de las vidas de los políticos que obligan a sus gobernados a vivir estresados con impuestos y multas ocultando los métodos para obtener energía ilimitada y, sobre todo, “donando” grácilmente a los banqueros la facultad de emitir la moneda, el corpus central de todo gobierno.

Su odio contra la naturaleza humana les ha llevado hasta a iniciar una campaña para promover el cambio de sexo (como si la naturaleza se hubiera equivocado) ¡y están regalando las pastillas a niños de hasta 9 años en países como Inglaterra! ¡o subvencionando el cambio de sexo (Andalucía), en lugar de ayudar a esas personas a saber de dónde procede su odio a sí mismos. Así, han inundado de productos tóxicos en la industria cosmética que inducen la infertilidad para que los bebés se generen artificialmente, eliminando así el contacto humano como comienzo de la vida. (Busca «xenoestrógenos»).

Odian el amor entre Hombre y Mujer y por eso se dedican todos los días a instalarnos en la paranoia de que lo mejor que pueden hacer es ir cada uno por su lado, por medio de noticias alarmistas manipuladas.

Ahora que llegan las elecciones al Parlamento Europeo y su discurso sobre el “odio” es preciso recordarles que son ellos los que odian al Ser Humano.