Una pregunta

Por más que nos acostumbremos a ver en los informativos noticias de las miserias que a diario nos regala el mundo, hay veces que saltan algunas que nos revuelven los pordentros de la dignidad y la confianza en el ser humano.

Por más que nos acostumbremos a ver en los informativos noticias de las miserias que a diario nos regala el mundo, hay veces que saltan algunas que nos revuelven los pordentros de la dignidad y la confianza en el ser humano.

Hace pocos días que murió asesinada por lapidación Farzana Iqbal, en la puerta de los juzgados de Lahore en Pakistán. Llevaba un bebé en su barriga. Y fue asesinada con este método por unas 20 personas entre las que se encontraban su padre y hermanos, y todo ello por el motivo de haberse casado con la persona a la que amaba, en vez de hacerlo con el primo que le habían impuesto en un matrimonio acordado por su propia familia, ante los ojos y la presencia de la policía, que no movió un dedo por socorrerla a pesar de los ruegos desesperados de su marido, también agredido.

No puedo concebir en qué lugar de nuestro mapa cerebral se puede fraguar un grado de violencia y locura semejante. No sé si algún animal irracional de los que habitan el planeta es capaz de concebir y practicar un dolor tan gratuito y demente a alguno de sus iguales. Lo dudo mucho, porque carecen de la avaricia y la ira que regala la incultura de las religiones interpretadas de manera talibana, que permiten o justifican acciones de este tipo.

Pakistán es un país islámico en su aplastante mayoría de 180 millones de almas, pero no creo que la esencia del Islam comulgue con esto, si no la ceguera y el egoísmo de la incultura con que el poder de los sistemas financieros que gobiernan el mundo mantienen a su gran rebaño humano, para que sigan perdidos en este mar de confusión y de violencia.

Y al otro lado del abismo, Merkel es la mujer más poderosa del planeta. ¿Qué le diría Farzana a Merkel antes de morir?