Una heroína del siglo XVII
Solo se sabía de su existencia por una foto en blanco y negro de principios del siglo XX. Ahora ha sido redescubierta en perfecto estado en una antigua colección privada y será vendida por cientos de miles de euros al mejor postor.
Solo se sabía de su existencia por una foto en blanco y negro de principios del siglo XX. Ahora ha sido redescubierta en perfecto estado en una antigua colección privada y será vendida por cientos de miles de euros al mejor postor.
Solo se sabía de su existencia por una foto en blanco y negro de principios del siglo XX. Ahora ha sido redescubierta en perfecto estado en una antigua colección privada y será vendida por cientos de miles de euros al mejor postor. Es la ‘María Magdalena en éxtasis’ de Artemisia Gentileschi, tesoro de la pintura clásica de una artista con un talento excepcional que supo saltarse todos los límites y convertirse en la mejor pintora de su generación.
Sé muy poco de Artemisia, pero sé que en una época donde estaba mal visto que las mujeres pintaran, ella pintó. Sé que no pudo entrar en las academias profesionales de Bellas Artes porque las mujeres estaban vetadas y que su preceptor privado, nombrado por su padre, la violó. Sé que tuvo que casarse al poco tiempo con otro hombre para restituir su honorabilidad.
Pero entre tanto ella pintaba.
Firmó su primera obra con 17 años y se convirtió en la primera mujer en ingresar en la Academia del Dibujo de Florencia. Se impuso por su arte, luchó contra los prejuicios, se ganó el respeto de a través de sus cuadros y hoy el redescubrimiento de su pequeño gran lienzo se ha convertido en noticia a nivel internacional.
La figura de Artemisia evoca a las de otras grandes creadoras más o menos invisibles que pintaron, escribieron, esculpieron, compusieron o filmaron por encima de sus posibilidades. Jane Austen, Christine de Pizan, Alice Guy, Camille Claudel, Elizabeth Wilbraham… Enormes artistas que supieron hacerse grandes, ignorar las presiones y crear en mayúsculas aplastando a una misoginia que acabó con muchas creadoras pero que no pudo asfixiar ese algo para lo que ellas habían nacido: la creación artística pura.