Pedofilia silenciada

Cerca de cuarenta empleados del Parque Disney World de Florida han sido detenidos en EE UU desde 2006 en relación con casos de abusos a menores y posesión de pornografía infantil. Gravísimo escándalo. Y mucho peor que la noticia pase desapercibida porque no debe ser aireada…

Cerca de cuarenta empleados del Parque Disney World de Florida han sido detenidos en EE UU desde 2006 en relación con casos de abusos a menores y posesión de pornografía infantil. Gravísimo escándalo. Y mucho peor que la noticia pase desapercibida porque no debe ser aireada… ¿Ha salido el CEO a condenar las siniestras acciones de sus empleados?

Con esto pasa como cuando ciertas sectas islamistas mutilan a las mujeres o las apedrean hasta matarlas. Y sucede exactamente lo mismo cuando un machista de izquierdas ataca a una mujer por ser mujer. ¿Y qué pasa? Nada. Silencio. O peor: compresión, excusas y hasta apoyo. Es otra cultura. Era una mujer fascista.

Con toda carga de razón, con inmensa rabia por la terrible injusticia, surgían las quejas de muchas personas, menores y no tanto, que han sufrido agresiones sexuales por parte de algunos religiosos y sacerdotes. El escándalo, condenado con toda fuerza moral por los dos últimos papas, ha sido aireado con potencia por los medios que, más que por las víctimas, se preocupaban por atacar a toda la Iglesia católica, formada por más de mil millones de almas.
Ahora no oigo condenas, ni leo sesudos editoriales, ni los clamores de entonces. No se oyen tantas quejas cuando los criminales pedófilos no son curas. Es más, la degeneración progre ya considera el sexo con menores como una opción sexual más. Nadie se ha escandalizado porque en la UE haya partidos que justifiquen la pedofilia y hagan lobby para añadir una letra más al grupo de todos los orgullos. Busquen y lean sobre el informe Lunacek que hasta ha apoyado el PP…

Y es que como con las mujeres agredidas por el islam más radical, como con los menores violados por algún político, como con ese profesor pederasta, tenemos en el escándalo de Disney una muestra más de la degradación humana y, además, de la hipocresía de ese mundo autodefinido como progresista que representa, del todo, la barbarie.