La Luna ya tiene cascabel
Yo pensaba que la Luna era de los poetas, de los enamorados, de los ilusos y de las románticas empedernidas, además de brujas, comadronas y astronautas, también de los que se la han mirado con detenimiento científico, que algunos hasta fueron condenados por ello. Era de todos.
Yo pensaba que la Luna era de los poetas, de los enamorados, de los ilusos y de las románticas empedernidas, además de brujas, comadronas y astronautas, también de los que se la han mirado con detenimiento científico, que algunos hasta fueron condenados por ello. Era de todos.
Yo pensaba que la Luna era de los poetas, de los enamorados, de los ilusos y de las románticas empedernidas, además de brujas, comadronas y astronautas, también de los que se la han mirado con detenimiento científico, que algunos hasta fueron condenados por ello. Si voy sumando, la luna, según creía, era de todos.
Hace ya 45 años que el hombre llegó a la Luna. Bueno, más bien los rusos y los americanos. Los poetas, los ilusos, las románticas y demás lunáticos vamos y venimos un par de veces al día sin escafandra, eso sí, gravitando y mirando hacia otro lado, también, que está el mundo de lo más imposible. Lo decía muy bien dicho, un desconocido poeta llamado Vázquez Montalbán; “…Inútil cosmonauta el que contempla estrellas,para no ver las ratas”.
Ahora, ya que estamos en conmemorar, los americanos, quieren quedarse con lo suyo, que dicen que todo lo que han dejado por allí es parque natural americano. Me pregunto si consideran que la basura radioactiva y los restos de naves y otras cosas que vuelan por el entorno de la Luna son de parque natural, hay que ver hasta donde llega lo de las propiedades.
Ya puede decir la ONU, que es Patrimonio de la Humanidad, que lo que dicta el Parlamento en EEUU es patrimonio suyo y a la ONU nos la pasamos una vez más y van nosecuantasmil por la estratosfera.
La conmemoración incluye todo tipo de zarandajas, incluida el nombrar el Edificio de Operaciones y Salidas de Cabo Cañaveral con el nombre del esquivo a su pesar (de los americanos) Neil Amstrong. Amstrong subió a la Luna el primero de todos y cuando bajó no quiso saber nunca más de la NASA, de sus jefes, ni de conmemoraciones. Se compró una granja de cerdos y siguió mirando la Luna, la misma que miramos el resto de los lunáticos, ya saben; poetas, ilusos, y románticas empedernidas…