John Kerry se ha quedado sin vacaciones
A John Kerry se le está acumulando el trabajo, parece que por el momento no podrá tomarse unas vacaciones. Tras su último viaje a China para contentar al gobierno de Xi Jinping, ahora se le han presentado varias cuestiones con las que lidiar.
A John Kerry se le está acumulando el trabajo, parece que por el momento no podrá tomarse unas vacaciones. Tras su último viaje a China para contentar al gobierno de Xi Jinping, ahora se le han presentado varias cuestiones con las que lidiar.
A John Kerry se le está acumulando el trabajo, parece que por el momento no podrá tomarse unas vacaciones. Tras su último viaje a China para contentar al gobierno de Xi Jinping, ahora se le han presentado varias cuestiones con las que lidiar. El conflicto entre Hamas e Israel está ocupando buena parte de su tiempo, al igual que la escalada de tensión en Ucrania y el terrorismo en Iraq, pero también han desgastado las difíciles reuniones en Viena para desbloquear las negociaciones con Irán y racionalizar sus actividades nucleares. Normal que la Fox le haya «cazado» con un micrófono abierto desahogándose con uno de sus asesores.
Pero uno de los asuntos que más está llamando la atención es el relacionado con el espionaje y las tensas relaciones con Alemania. Es un tema que está afectando a la imagen de Estados Unidos desde hace tiempo, a causa de la desclasificación de los documentos de Edward Snowden y su difusión a través de los medios.
Hace unas semanas el gobierno alemán tomó una rotunda e inesperada decisión al expulsar del país al representante del servicio secreto de la embajada estadounidense. Este movimiento diplomático tan llamativo ha dado una vuelta de tuerca a las relaciones entre Europa y Estados Unidos. Esto le ha venido muy bien al mandatario ruso Vladimir Putin quien, en alguna ocasión, se ha mofado de sus homólogos europeos diciendo que hablaban en voz baja por temor a escuchas americanas y por ese motivo se hacía difícil entenderse con ellos. En estos tiempos hasta el mismo Secretario de Estado es espiado por un canal de noticias de su país.
Por el momento, el acuerdo de libre comercio entre Europa y Estados Unidos está a salvo, así lo ha afirmado la propia Angela Merkel. Nos estamos moviendo únicamente en el territorio de la confianza perdida.
El único que puede zanjar la situación es el propio gobierno de Estados Unidos. El movimiento diplomático alemán ha puesto a Obama en el punto de mira, pero no sólo de puertas hacia afuera. En su propio país, los debates sobre el control de la información por parte del gobierno se han acrecentado. Sobre todo después de que el gobierno planteara una reforma del servicio exterior de comunicaciones para garantizarse un mayor control político de los mensajes que se lanzaban al exterior. Este proyecto de ley ha hecho enfadar, por ejemplo, a los periodistas de la mítica Voz de América, que se resisten a ser una herramienta diplomática más del Departamento de Estado.
Ahora la pelota está en el tejado de Estados Unidos. Definitivamente John Kerry se ha quedado sin vacaciones.