Maldigo a los que disparan
Kerry y Netanyahu parece que acaban de salir del Asador Donostiarra de calzarse un buen lechazo, beber un buen Ribera y preguntarse por cómo están sus churris (discúlpenme las damas).
Kerry y Netanyahu parece que acaban de salir del Asador Donostiarra de calzarse un buen lechazo, beber un buen Ribera y preguntarse por cómo están sus churris (discúlpenme las damas).
Kerry y Netanyahu parece que acaban de salir del Asador Donostiarra de “calzarse” un buen lechazo, beber un buen Ribera y preguntarse por cómo están sus “churris” (discúlpenme las damas).
La diplomacia entre la élite es un juego que no entiende de números. John y Benjamín no entran en esas minucias. Niño menos por aquí. Barbudo menos por allá. La situación sigue siendo la misma.
.- “Mira John, estamos hasta las pelotas de tanto misil castigando nuestro territorio”.
.- “Benjamin: la opinión pública internacional nos presiona. No les deis mucha caña”.
Y es un poco así el guion. De hecho estoy muy de acuerdo con un artículo escrito por Ury Avnery en el blog del movimiento pacifista hebreo Gush Shalom en el que se pregunta quién gana con en este enfrentamiento. Su conclusión es bien clara. Algunos funcionarios israelíes dicen que si Hamás no existiera tendría que inventarse. No interesa liquidar completamente a Hamás. Porque aun siendo una pandilla de locos, son sus locos. No vaya a ser que vengan grupúsculos islámicos más extremistas, del corte de ISIL (que de momento se están entreteniendo lapidando adulteras) y se la líen mucho más en la zona.
Me escandalizo al leer tuits y artículos que claman al cielo sólo por las muertes de los niños y civiles en general en Gaza. Ojo, yo también. Maldigo a los que disparan.
Pero maldigo también a los que liquidaron a los tres estudiantes judíos y despertaron la ira de los otros bárbaros. Si alguno hubiera sido hijo mío no habría Franja de Gaza suficiente para que los culpables escaparan.
La ONU dice que investigará. Bueno, veremos. Ambos bandos pecan. En desigualdad de condiciones, sí. Pero para joderle la vida a alguien muchas veces no hace falta tener dinero.
Los otros que sigan bombardeando. “Para qué repetir antiguos errores, habiendo tantos errores nuevos por cometer?” (B. Rusell)
John, Benjamin y Jaled Meshal. Todos culpables.