THE OBJECTIVE
Jaime Mariño Chao

Yo desciendo de sirenas

Mujeres ¡ya pueden ser sirenas!; hombres ¡ya pueden ser tritones! Es una aventura basada en algo que todos tenemos: sueños. Y perseguir los sueños es una de las maneras más hermosas de felicidad.

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Yo desciendo de sirenas

Mujeres ¡ya pueden ser sirenas!; hombres ¡ya pueden ser tritones! Es una aventura basada en algo que todos tenemos: sueños. Y perseguir los sueños es una de las maneras más hermosas de felicidad.

Tenía mis dudas sobre qué tema iba a escribir esta semana, pero al ver la fotografía de las cinco alegres sirenas chapoteando sonrientes en el agua me sentí inmediatamente destinado a dedicarles mi artículo. Ahora entenderán por qué.

Y es el caso que mi apellido es Mariño y que por tanto, según reza la tradición, soy descendiente de una ellas; concretamente la que el hidalgo don Froilán sacó del mar enferma y cuidó con devoción hasta que se le fueron cayendo todas las escamas. Aquella sirena, a la que puso el nombre de doña Mariña, se enamoró de él, se casaron, comieron perdices (o camarones, no se sabe a ciencia cierta) y de aquella pareja descendemos todos los Mariño. La leyenda es totalmente cierta y retaré a duelo con pistola de agua a quien pretenda ponerla en duda.

El mito de las sirenas nos ha acompañado desde que el ser humano comenzó a contar historias a la luz de las hogueras. No sé si las sirenas que temía Ulises tenían la cara angelical de Daryl Hanna, o si eran las mismas que vio Colón “tres sirenas que salieron bien alto de la mar, pero no eran tan hermosas como las pintan, que en alguna manera tenían forma de hombre en la cara” según nos cuenta en sus cartas. Pero algo especial, fuerte, profundo y telúrico debe tener un mito que sigue interesando en series de televisión, películas, documentales, exposiciones y todo tipo de publicaciones.

Ahora se suma a todo esto la Academia de Sirenas del Mediterráneo. Bien visto por parte de sus promotores: mujeres ¡ya pueden ser sirenas!; hombres ¡ya pueden ser tritones! Comprenderán que es de justicia histórica solicitar un descuento…para los Mariño.

Le deseo mucha suerte a la Academia. Es una aventura basada en algo que todos tenemos: sueños.  Y perseguir los sueños es una de las maneras más hermosas de felicidad.

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