Le llamaban 'Emilito'
Gustará o no el capitalismo, pero el camino hacia el mundo que emprendió el nuevo ‘don Emilio’ y en el que triunfó es el único que permitirá a la economía española sobrevivir y prosperar.?
Gustará o no el capitalismo, pero el camino hacia el mundo que emprendió el nuevo ‘don Emilio’ y en el que triunfó es el único que permitirá a la economía española sobrevivir y prosperar.?
Cuando Emilio Botín y Sanz de Sautuola –los apellidos aún no se habían unido- era ‘don Emilio’, su hijo mayor era ‘Emilito’ y pocos se fijaban mucho en él. En su físico poco recordaba a su padre y se notaban más los genes García de los Ríos: nada de ese aire de lord inglés, de esa elegancia natural de categoría duque de Windsor de su padre; ni siquiera esa impresión de galán joven que causaba su hermano Jaime. Podía recordar más a un voluntarioso tratante de Torrelavega. Es difícil imaginárselo hoy así, pero en los años 70 la inmensa sombra del padre, banquero prestigioso en aquella España, cubría totalmente a un hijo en el que los más superficiales –que eran los más- no acababan de ver un heredero creíble.
Aquel ‘don Emilio’, al que conocí mucho mejor que a su hijo porque era como un afable hermano mayor de mi propio padre, gozaba de enorme predicamento en el sector pero nunca llevó al Santander más allá de sexto o séptimo puesto en la clasificación de los que entonces llamábamos ‘grandes bancos’. Quizá no fue tan ambicioso, o los tiempos no permitían otra cosa, aunque en aquella capacidad suya, tan bancaria y fría pero sin duda inapreciable, de separar a rajatabla el terreno de la amistad del de los negocios, ya podíamos haber intuido que su hijo no carecería de escuela…
El caso es que aquel ‘Emilito’ llegó, viendo que la solución era atacar el mundo exterior sin remilgos ni complejos, mucho más lejos de lo que su padre pudo siquiera imaginar. Y aquellos Banesto, Central o Hispanoamericano que entonces se sentaban por delante del padre en aquellas reuniones famosas de los ‘grandes’ han sido engullidos por el hijo. Gustará o no el capitalismo, pero el camino hacia el mundo que emprendió el nuevo ‘don Emilio’ y en el que triunfó es el único que permitirá a la economía española sobrevivir y prosperar.?