THE OBJECTIVE
Irene Cacabelos

¿Brasas o cenizas?

Trece años nos separan de esta instantánea. Aquel 11 de Septiembre la Gran Manzana se cubrió de cenizas y el mundo volvió por unas horas al blanco y negro.

Opinión
Comentarios
¿Brasas o cenizas?

Trece años nos separan de esta instantánea. Aquel 11 de Septiembre la Gran Manzana se cubrió de cenizas y el mundo volvió por unas horas al blanco y negro.

Trece años nos separan de esta instantánea. Aquel 11 de Septiembre la Gran Manzana se cubrió de cenizas y el mundo volvió por unas horas al blanco y negro. 

Fue el comienzo de la guerra contra el terror. Un enemigo tan invisible como poderoso. Sólo así se explica que más de una década después sigamos en el punto de partida.

Los «ejes del mal» se multiplican, cambian de rostro pero mantienen intactas sus armas. Y es que es difícil pelear contra quienes no temen a la muerte porque sencillamente no respetan la vida. El nombre poco importa: Al-Qaeda, ISIS, Boko Haram… su «modus operandi» tiene un fin claro: aterrorizar a Occidente masacrando a su propio pueblo.

No hay estrategia militar para este «ejército» que avanza imparable. De hecho son muchos los que temen que la reciente respuesta de EEUU declarando la guerra al Estado Islámico será de nuevo infructuosa. Los soldados y los bombardeos hace tiempo que dejaron de asustar a esos enemigos porque, objetivamente, poco queda ya por destruir en sus territorios.

Esa es su verdadera ventaja. Que la mayoría no tiene nada que perder salvo su fe. La misma que dicen les mueve a matar, violar y aterrorizar en nombre de Alá.

Los próximos meses serán determinantes y es difícil predecir hasta dónde pueden llegar los tentáculos de ISIS pero parece claro que los terroristas han sabido aprovechar la «inopia» en la que ha vivido Occidente en los últimos años, en los que preocupaba bastante más el colapso económico que lo que se estaba engendrando a miles de kilómetros.

Esta vez «el enemigo» nos ha pillado con el pie cambiado, con el retrovisor mirando a la bolsa y no a sus bastiones. Muchos vieron cenizas donde en realidad quedaban brasas. ¿Y ahora? ¿podrá la lluvia detener al viento?

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D