El falso refrán
Dicen que «el tiempo pone a cada uno en su lugar», pero no es cierto. Botín, presidente del Banco Santander, se ha librado de presidir el banco que debía: el banquillo del juzgado. La parca se lo ha llevado lejos de nosotros sin que pague el tributo.
Dicen que «el tiempo pone a cada uno en su lugar», pero no es cierto. Botín, presidente del Banco Santander, se ha librado de presidir el banco que debía: el banquillo del juzgado. La parca se lo ha llevado lejos de nosotros sin que pague el tributo.
Dicen que «el tiempo pone a cada uno en su lugar», pero no es cierto. Botín, presidente del Banco Santander, se ha librado de presidir el banco que debía: el banquillo del juzgado. La parca se lo ha llevado lejos de nosotros sin que pague el tributo, igual como él voló con sus millones a Suiza. Le ha desahuciado de su cuerpo, como él hizo con los hipotecados en quiebra. La fría dama le ha ofrecido el mismo producto que él vendió a los ancianos, unas preferentes que lo unen para siempre a ella, sin posibilidad de escape. Y sin vajilla de regalo. La muerte, por un día, se hizo Emilio Botín.
Y como los refranes no siempre aciertan, (dicen que «donde tengas la olla no metas la polla» pero hay que ver lo bien que les ha ido a Ana Pastor y a Mariló Montero), una vez más el dicho falla y a Botín lo colocan en periódicos y televisiones como el héroe que nunca fue. Admiración total de prensa, políticos y empresarios hacia uno de los señores que ayudaron a empobrecer al ciudadano, que nos estafó con cláusulas suelo, con preferentes, con hipotecas sobrevaloradas. Pleitesía hacia él y los suyos demostrando, una vez más, que el pueblo español nunca salió del medievo, que siguen existiendo señores feudales (banqueros y empresarios multimillonarios) y vasallos (políticos y prensa) cuyo único cometido es cuidar de que no se espante el rebaño (el pueblo).
Así que, como buen ganado, rumiamos nuestra indignación mientras nos pastorean, esperando a que alguna vez el tiempo sí ponga a alguien en su sitio. Ya que no dio tiempo con Botín, al menos que sea Casillas quien use el banquillo.