Defaunación
La revista científica ‘Science’ señala que, por culpa de los seres humanos, desde el año 1500 han desaparecido 322 especies de vertebrados. Esta «defaunación» supondría la sexta gran extinción masiva de animales en la historia de nuestro planeta.
La revista científica ‘Science’ señala que, por culpa de los seres humanos, desde el año 1500 han desaparecido 322 especies de vertebrados. Esta «defaunación» supondría la sexta gran extinción masiva de animales en la historia de nuestro planeta.
La revista científica ‘Science’ señala que, por culpa de los seres humanos, desde el año 1500 han desaparecido 322 especies de vertebrados. Esta «defaunación» supondría la sexta gran extinción masiva de animales en la historia de nuestro planeta. La acción del hombre implicó la desaparición entre 1970 y 2010 de más de la mitad de los animales salvajes del planeta, según indica el informe Planeta Vivo 2014 de la ONG WWF, es decir, que en los últimos 40 años los animales salvajes se redujeron a la mitad mientras que la población humana se duplicó. La humanidad sobreexplota la Tierra, consumiendo recursos naturales por encima de la capacidad del planeta para reconstituirlos y la biocapacidad (superficie disponible para garantizar estos bienes y servicios) no para de contraerse con la explosión demográfica mundial, ya que entre 1961 y 2010, la población mundial pasó de 3.100 a cerca de 7.000 millones de habitantes con lo que la biocapacidad disponible por persona pasó también de 3,2 a 1,7 hectáreas biológicamente productivas.La biocapacidad disponible para cada uno de nosotros continuará experimentando una regresión cada vez mayor y más cuando se prevé que la población mundial alcance los 9.600 millones de habitantes en 2050.
En los países más ricos es donde la huella ecológica por habitante se eleva atrozmente: en países como Catar, Dinamarca o Estados Unidos es tan alta que se da la paradoja de que si todos viviésemos como los cataríes, necesitaríamos 4,8 planetas para poder sobrevivir.
No guardamos el equilibro, somos como un cáncer que solo sabe multiplicarse incluso a costa de matar al propio cuerpo que nos alberga. Este descenso tan brutal en el número de animales se debe a la acción directa del hombre en la pérdida de hábitat, la caza, la pesca y la alteración del clima. Sólo en Reino Unido, los científicos han observado que en las zonas habitadas por insectos se ha producido un descenso de éstos de hasta el 60% en el último medio siglo, lo que tiene efectos devastadores para la continuidad de la vida en la Tierra afectando a la polinización, control de plagas en los cultivos, la descomposición y el ciclo de los nutrientes, la filtración del agua, la alimentación de las especies, la ransmisión de enfermedades, etc. y lo peor es que esta tendencia no da señales de cambiar. Bien dijo Leonardo Da Vinci al afirmar «El hombre es el rey de los animales, pues su brutalidad supera a la de éstos».
