La gente está traumada
Ahora que es la hora de entender que vivimos una guerra mundial y nadie se da cuenta, o quizá ya entendieron. Ahora que una niña llamada Ébola reapareció en el mundo, o la hicieron reaparecer. Ahora que nos olvidamos de las barbaries en Sudán del Sur para irnos a los asesinatos de estudiantes en el sur de México.
Ahora que es la hora de entender que vivimos una guerra mundial y nadie se da cuenta, o quizá ya entendieron. Ahora que una niña llamada Ébola reapareció en el mundo, o la hicieron reaparecer. Ahora que nos olvidamos de las barbaries en Sudán del Sur para irnos a los asesinatos de estudiantes en el sur de México.
Ahora que es la hora de entender que vivimos una guerra mundial y nadie se da cuenta, o quizá ya entendieron. Ahora que una niña llamada Ébola reapareció en el mundo, o la hicieron reaparecer. Ahora que nos olvidamos de las barbaries en Sudán del Sur para irnos a los asesinatos de estudiantes en el sur de México. Ahora que tomamos un café, saludamos a un amigo, conversamos con el otro, y comentamos sobre las muertes en Gaza como la sinopsis de una película.
Ahora que escribo sentado en una oficina vacía. Los demás redactores se han marchado: quizá hayan ido por un té, o por el tema del día. Los demás camarógrafos han salido: foto a una modelo, a un grupo de expositores. “¿En qué nos convirtió el periodismo?”, comenta un compañero, ahora que es la hora de un supertifón acercándose a Japón, mientras miles de estudiantes indignados protestan en las calles de Hong Kong. Hasta con rima sale.
Así de simple parece la vida. En el tiempo que dura tomarse un café, a millones de kilómetros, en Kobane (Siria), por ejemplo, un grupo llamado Estado Islámico avanza entre muertes y teorías, cuando pedimos más azúcar y vemos, minutos después, cómo un hombre liberiano de nombre Thomas Eric Duncan fallece de ébola en Estados Unidos. Eso pasa en el mundo y en minutos similares cuando trato de redactar en una oficina vacía. Importa poco.
Y en ese ir y venir aparece un ‘perro héroe’ de nombre Excalibur. China es la mayor economía del mundo. ¿Y eso qué importa? ¿Ya terminó la Guerra fría? ¿Qué fue de Crimea? ¿Y el patriarca Kim Jong Un? No importa: la gente está traumada, al menos como se le venga en gana, pero sigue entre ese tremendismo de conflictos y noticias que valga la pena me hacen sentir menos periodista en una oficina vacía.
