Irak, Abascal y el ébola
Occidente, ensimismado en su irracional cultura del relativismo, tiene como bandera la hipocresía y casi siempre los buenos deseos de solidaridad se reflejan en un retrato de Dorian Gray donde la vejez es el egoísmo.
Occidente, ensimismado en su irracional cultura del relativismo, tiene como bandera la hipocresía y casi siempre los buenos deseos de solidaridad se reflejan en un retrato de Dorian Gray donde la vejez es el egoísmo.
Occidente, ensimismado en su irracional cultura del relativismo, tiene como bandera la hipocresía y casi siempre los buenos deseos de solidaridad se reflejan en un retrato de Dorian Gray donde la vejez es el egoísmo. Queremos solucionar los problemas sin implicarnos y que siempre sea otro quien de la cara.
Los problemas solo importan aquí cuando nos llegan, en vez de ir allí a donde surgen para resolverlos. Era preferible salvar a un perro que ayudar al misionero, en eso han resumido su nivel moral algunos. Pero he aquí que ha habido un político español, líder de VOX, que es una start up en partido político que devuelve la esperanza, que ha ido a Irak a ver la cara del terror y a lanzar un mensaje de apoyo a unos seres humanos, conviene resaltarlo, que nos están pidiendo ayuda. Abascal se ha reunido con todo tipo de personas que sufren un terrorismo que está deseando llegar a todos los rincones. Ya lo advirtió la Iglesia que peregrina en Oriente Medio: el problema del Estado Islámico es también vuestro problema; realmente es un cáncer cuya metástasis se propaga más rápido que el ébola. Un atentado islamista en Canadá vuelve a sonar como un despertador impertinente aunque algunos siguen durmiendo el sueño de la Alianza de Civlizaciones, quizá porque odian lo propio…
Abascal ha ido a Irak en un viaje valiente, único y apasionante. Un testimonio de gran valor y por eso silenciado por los medios al servicio del poder, pero las redes son la imparable libertad y los digitales independientes nos han traído imágenes e información importantísima para conocer las angustias que sufren pueblos perseguidos por el fanatismo de la Yihad. Abascal se parece a esos españoles que a él tanto le gusta recordar, a esos héroes del pasado que, antes que nadie, sembraron el mundo de libertad, conectaron continentes, difundieron la cultura afrontando complicados retos, descubriendo mundos, buscando sonrisas y abrazando a miles de personas necesitadas de esperanza, de respuestas y de nuestra generosidad. Bien hecho.