Pérdoname por no haberme enamorado de...
Y la palabra que marca el acto en sí en pleno corazón de los Estados Unidos es POLÉMICA.
Y la palabra que marca el acto en sí en pleno corazón de los Estados Unidos es POLÉMICA.
Vuelvo esta semana con revueltas sociales más bucólicas. Revueltas que despiertan el espíritu del 68 que desgraciadamente no viví pero que también, en este mismo momento, despiertan conciencias y te redirigen hacia lo verdaderamente importante.
Me levanto esta mañana disfrutando del retozar de estos dos jovenzuelos en pleno campo. Lo hacen como parte de una película llamada “Drone Boning” en protesta por la utilización de los drones para los fines militares. Un drone graba a parejas haciendo el amor allá por donde va y desde las alturas. Y la palabra que marca el “acto en sí” en pleno corazón de los Estados Unidos es POLÉMICA.
Seguimos retrocediendo años recordando (cuando creíamos que no lo éramos) tiempos mejores donde había más libertad de expresión en todos los ámbitos. Os pongo un ejemplo. Tiempos donde no teníamos que utilizar, como hoy en público, sinónimos para no socavar la moral de nuestros espectadores. Diremos “croqueta para hacer referencia a un pito y flor para hablar de un coño” se ha oído alguna vez por algún pasillo, “no vaya a ser que se me escandalicen las gentes”.
Y entre croquetas y flores nos olvidamos de ser libres y críticos. Siempre digo que no tengo prejuicios pero sí escrúpulos. Por supuesto. Y que una semana más abogo por mantener mis libertades en honor a estos dos que, sin molestar a nadie, follan. Algo que por otra parte nos ha permitido estar aquí, escribiendo paridas.
Es simplemente una foto. Que nos nos despisten con memeces. Como me recordó esta mañana mi amiga Angeles Hornedo citando a Leonard Cohen: “Nunca supe, hasta que te diste media vuelta para irte que tenías el más perfecto de los traseros. Perdóname por no haberme enamorado de tu cara ni de tu conversación”.
Pues eso. Cero polémicas.