Don Quijote reconquista EEUU
«Soy atea pero si creyera en Dios , le escribe una señora al chef a través de Facebook, le daría las gracias por haberte creado a su imagen y semejanza». Abbott lee esto y llora.
«Soy atea pero si creyera en Dios , le escribe una señora al chef a través de Facebook, le daría las gracias por haberte creado a su imagen y semejanza». Abbott lee esto y llora.
“Porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla..” A Arnold su esposa ya le llamaba Don Quijote por su idealismo. De hecho en su casa hay varias figuras del héroe literario español.
A este chef estadounidense de 90 años le han detenido varias veces porque el alcalde de Fort Laudale, en Florida, dice que dar de comer a los indigentes da mala imagen a la ciudad y se molesta a los vecinos. Es amoral que la caridad se ejerza a la vista de todo el mundo, ya saben.
Abbott, veterano de la II Guerra Mundial, tiene el trasero pelado de pegarse con la autoridad. Lo que no ha conseguido la guerra no va a conseguirlo un alcalde ridículo, con medidas ridículas yendo en contra de todo sentido común. Internet arde como no podía ser de otra forma. La gente, harta de injusticias y decisiones mafiosas, apoya causas que cree justas. ¿O es que ésta no lo es? ¿Acaso nuestras vidas solo se guían por lo peor del ser humano? Me niego a pensar eso. «Soy atea pero si creyera en Dios…”, le escribe una señora al chef a través de Facebook, “…le daría las gracias por haberte creado a su imagen y semejanza». Abbott lee esto y llora. Es lo que llamamos un hombre bueno. Y esto no debería ser noticia. Abbott no debería ser noticia. Pero lo es y es cuando nos damos cuenta de la degradación social a la que hemos llegado.
El sol de Florida atrae a un buen puñado de indigentes de todos los rincones de América. Allí por lo menos no se mueren de frío como en el Norte. Las cifras oficiales hablan de 10.000 “homeless” y el chef ya es un dios para todos ellos.
Como Don Quijote promete continuar su lucha «contra los molinos de la injusticia”. Pero al parecer la ley es la ley. Y si la “ley es la ley” él combatirá: “Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete.»