Japón no tira

El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ha convocado elecciones generales anticipadas tras saberse este pasado lunes que la economía nipona ha vuelto a entrar en recesión técnica.

El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ha convocado elecciones generales anticipadas tras saberse este pasado lunes que la economía nipona ha vuelto a entrar en recesión técnica, al haberse contraído su PIB en 1.6 puntos durante el tercer trimestre.

Abe regresó a la dirección del país por segunda vez en su carrera política hace dos años prometiendo devolver a Japón a la senda del crecimiento económico, para lo cual inició una agresiva política de expansión monetaria: la madre de todas las impresiones de billetes.

Pues bien, dicha medida, que fue aplaudida por una gran mayoría del periodismo económico mundial, ha demostrado ser pan para hoy y hambre para mañana, en un país con una deuda nacional que cuadruplica su PIB y cuyos márgenes de beneficio en la exportación de productos han seguido siendo bajísimos incluso tras la inyección monetaria.

En país de ahorradores natos como Japón, las medidas de Abe ni siquiera consiguieron que los ciudadanos se animasen a invertir sus devaluados depósitos en la economía nacional. Con unos gravísimos problemas demográficos que han hecho saltar por los aires el sistema de pensiones y la seguridad social (en Japón ya se venden más pañales para ancianos que para bebés), Abe prefirió tirar por el camino de la devaluación y posponer una vez más las reformas que la economía nipona precisa para volver a la senda de la eficiencia y la competitividad.

EEUU se puede permitir el lujo de darle a la máquina de hacer billetes, pues el dólar es la moneda de intercambio internacional y está garantizada no por sus reservas de oro sino por sus ejércitos imperiales. Japón es como el comanchero que va vendiendo sus productos a los indios, pero sin el 7º de Caballería para protegerlo e intimidar a la competencia.

Sólo queda esperar una guerra.