La guarra de la minifalda
Ese pensamiento machista sigue bien arraigado en muchos países que nada tienen que ver con Kenia. España es uno de ellos. Sí, yo puedo salir con minifalda sin problemas. Lucir un escote, vestir unos jeans bien ajustados y sentirme divina sobre unos tacones.
Ese pensamiento machista sigue bien arraigado en muchos países que nada tienen que ver con Kenia. España es uno de ellos. Sí, yo puedo salir con minifalda sin problemas. Lucir un escote, vestir unos jeans bien ajustados y sentirme divina sobre unos tacones.
La sociedad keniata se manifiesta a favor de las minifaldas. En realidad la prenda es un símbolo de la libertad de vestimenta que defienden las mujeres del país tras los ataques que muchas chicas han recibido. Entre ellos, el que denuncia un vídeo que muestra cómo los hombres arrancan la ropa a una joven que pasea por la calle con una falda corta al considerar que esa prenda es “indecente”.
Ese pensamiento machista sigue bien arraigado en muchos países que nada tienen que ver con Kenia. España es uno de ellos. Sí, yo puedo salir con minifalda sin problemas. Lucir un escote, vestir unos jeans bien ajustados y sentirme divina sobre unos tacones. Que no me arranquen la ropa de cuajo no significa que en mi sociedad no haya machismo. Ahí va un ejemplo.
Hará cosa de año y medio inicié una conversación con un chico por medio de una aplicación para conocer a gente. Gustos similares, aparente atracción física… todo iba bien hasta que me preguntó si había quedado con algún chico de esa misma página. “Sí, con cuatro” respondí sincera. “Tú eres una guarra” fue su respuesta. Atónita me quedé, y eso que hablábamos de quedar, no de intimar. ¿Dónde estaba el problema?
El citado no fue el único tipejo del estilo con el que me topé para desgracia de mis nervios. Pero pude comprobar que no está bien visto que una mujer soltera tenga una vida sexual activa. Ni por ellos ni por ellas, ya que muchas mujeres arremeten de la misma manera contra chicas que se divierten teniendo citas (con o sin sexo, repito). Hay muchas formas de ser machista, y en España sigue habiendo muchos y muchas a quienes incomoda que la mujer viva su vida en libertad.