THE OBJECTIVE
Jaime Mariño Chao

Rajoy no escribe poesía

¿Se imaginan eso en nuestro país? No parece que don Mariano sea muy proclive a la poesía. Me lo imagino en la tribuna del Congreso: “permítanme Señorías que les responda con un soneto que acabo de improvisar en mi escaño”.

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Rajoy no escribe poesía

¿Se imaginan eso en nuestro país? No parece que don Mariano sea muy proclive a la poesía. Me lo imagino en la tribuna del Congreso: “permítanme Señorías que les responda con un soneto que acabo de improvisar en mi escaño”.

En una ocasión, un alto directivo que iba a visitar a un jeque de los Emiratos me encargó que buscase un regalo adecuado para llevarle. El problema no era baladí porque ¿qué regalarle a alguien que tiene miles de millones de dólares?

Entonces busqué la esencia de la cuestión ¿qué era lo que más se valoraba en el entorno cultural del jeque? La respuesta me sorprendió. Se apreciaba todo aquello que era valioso en el desierto: los halcones, las monturas y ¡la poesía!

Así que compramos una antología bilingüe hispano-árabe y con ello mi cliente triunfó. En lugar de los 5.000 euros que pensaba gastarse se gastó sólo 30. El jeque quedó asombrosamente complacido porque su huésped se había preocupado de saber qué era realmente valioso para él. Pese al éxito espectacular y a mis altas esperanzas, de los 4.970 euros ahorrados no me cayó nada, pero esa es otra historia.

La capacidad de expresar sentimientos líricos es altamente valorada. De hecho, el jeque Zayed, que fue Jefe del Estado, es un reconocido y traducido poeta. Y muchos altos cargos del gobierno, en su página oficial, al lado de los decretos y la agenda de su cargo, tienen una sección propia de poesía. El mismísimo jeque Mohamed Al Maktum, primer ministro de Emiratos Árabes Unidos, también la tiene en su página presidencial.

¿Se imaginan eso en nuestro país? No parece que don Mariano sea muy proclive a la poesía. Me lo imagino en la tribuna del Congreso: “permítanme Señorías que les responda con un soneto que acabo de improvisar en mi escaño”.

Lógicamente, hay muchísimas cosas de la sociedad de los Emiratos que no comparto y que hay que combatir en lo posible, pero me gusta mucho esta del valor de la poesía como parte fundamental del gobernante. Y es que todos nuestros políticos son tan prosaicos.

“Colócame en tus ojos y después ciérralos/ déjame quedarme a vivir en ellos” escribe el primer ministro de Emiratos; pero nuestro presidente, nada de nada, ni un humilde terceto o un pareado que no sea chalet.

Rajoy, anímate, inspírate, tú puedes.

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