Jugones

Queridos conciudadanos, no nos dejemos engañar. La lotería es otro impuesto más.

El origen de la Lotería Nacional fue en 1811 como resultado de la maltrecha situación de la Hacienda Pública tras la Guerra de Independencia y para recaudar dinero sin producir “quebranto en los bolsillos de los ciudadanos”. 

El próximo 22 de diciembre se celebra en España el sorteo de Navidad de la Lotería Nacional. Los españoles que nos quejamos de los sueldos de los demás, nos jugamos según la Memoria del Juego del Ministerio de Interior unos 30.000 millones de euros al año en juegos de azar (lotería, once, quinielas, etc). Esta cantidad sí que es un quebranto para los bolsillos de los ciudadanos, pero es un quebranto consentido y además reiterado. Bien se encarga el Estado a través del SLAE de incitar a que “juguemos a la Lotería”. 

Como todo en España, también hay un montante muy importante de juego sumergido o juego ilegal. Se habla de cifras del entorno de 5 a 7 mil millones de euros. Sumando todas estas cifras, es el coste del rescate bancario aproximadamente.

Hoy en día la Lotería Nacional se ha convertido en el “impuesto de los pobres” ya que el que siempre gana es la Hacienda del señor Montoro. Más números en circulación, menos probabilidades de que nos toque, pura estadística. Los españoles al final queremos que la vida nos la resuelva la suerte. Esa suerte que no hemos tenido en el trabajo o en nuestra vida, pero no nos olvidemos no deja de ser un impuesto y mucho más ahora que los premios también tributan.

Creo que el Ministerio de Hacienda hace mal con incitar al juego, y sobretodo no indicar a través de la ley de Transparencia cual es el destino real de lo recaudado. Los problemas de la vida de los más necesitados, los problemas derivados de la ludopatía debería ser el destino de este dinero. El juego ha destrozado muchas vidas y siempre gana el mismo.

Queridos conciudadanos, no nos dejemos engañar. La lotería es otro impuesto más.