Cirugía para el corazón
Ojalá no tarden en inventar un bótox que paralice la envidia, un ácido hialurónico que engrandezca la honestidad y unas técnicas quirúrgicas que extirpen tumores cargados de odio y maldad.
Ojalá no tarden en inventar un bótox que paralice la envidia, un ácido hialurónico que engrandezca la honestidad y unas técnicas quirúrgicas que extirpen tumores cargados de odio y maldad.
Este fin de semana mujeres brasileñas se manifestaron en contra de la cirugía estética usada para seguir las directrices de “La dictadura de la belleza”. Un concepto de “belleza”, claro está, estereotipado y bastante alejado a la realidad física en general. Y es que a pesar de que ahora se haya puesto de moda compartir en redes sociales imágenes de modelos Plus Size ensalzando lo bonito de las curvas, muchos siguen buscando en la perfección física su paz interior.
No me considero santa, ni soy la mejor persona del mundo. Cometo fallos, a veces hiero a gente a la que quiero pero sé que soy buena persona o, por lo menos, no soy mala. La diferencia entre los buenos y los malos está en la naturaleza de sus actos, ya que quien se mueve activado por sentimientos negativos y con ganas de fastidiar al prójimo no es, evidentemente, alguien con buen corazón. Y digo esto porque en los últimos meses he ido viendo naturalezas humanas que ojalá pudieran tratarse con cirugía estética, igual que se modela cualquier cuerpo. Tanto preocuparnos por el tamaño de nuestros pechos, el volumen de nuestras caderas, el color de nuestro pelo o lo respingona que es nuestra nariz, ¿para qué? Si en vez de trabajarnos tanto por fuera nos dedicáramos un poco más a esculpirnos por dentro, el mundo, por lo menos el que nos rodea de forma más próxima, sería mejor.
Ojalá no tarden en inventar un bótox que paralice la envidia, un ácido hialurónico que engrandezca la honestidad y unas técnicas quirúrgicas que extirpen tumores cargados de odio y maldad. Me fastidia ver que no todo el mundo es bueno, pero por lo menos aún tenemos la libertad de decidir de quien nos queremos rodear. Yo de gente bonita, bonita desde el corazón.