Islamofobia versus Eurabia
Esta realidad próxima se considera una amenaza por parte de los partidos situados históricamente en posiciones de extrema derecha y, cada vez más, en los situados en la derecha tradicional.
Esta realidad próxima se considera una amenaza por parte de los partidos situados históricamente en posiciones de extrema derecha y, cada vez más, en los situados en la derecha tradicional.
El célebre y polémico escritor francés Michel Houellebecq está en plena promoción de su última novela «Soumission», que se prevé que será un gran éxito de ventas en su país. En ella, el escritor hace un viaje al futuro y anticipa unas elecciones presidenciales en cuya segunda vuelta se enfrentarían la ficticia Fraternidad Musulmana contra el Frente Nacional de Marine Le Pen. Ante tal tesitura los partidos tradicionales, UMP y PS, optan por apoyar al primero de los partidos para así poder avanzar en la construcción europea. El nuevo jefe del estado, Mohammed Ben Abbes, propone adoptar al país los valores y costumbres del Islam, lo que acaba amenazando la propia identidad francesa.
El escenario planteado por Houellebecq agita el fantasma del miedo en Francia, un país donde ha quedado demostrado que su política de integración ha fracasado. Los disturbios de París en el año 2005, los tiroteos de Tolouse y Montauban en 2012 y el ataque a la sede del semanario francés “Charlie Hebdo” esta misma semana son sólo algunos ejemplos recientes que muestran la presencia en el país de sectores radicales cuyos autores materiales eran ciudadanos franceses, hijos o nietos de inmigrantes musulmanes. Se pone así de manifiesto cómo se ha producido una radicalización de algunos musulmanes de segunda y tercera generación, en contraposición a la visión de sus padres y abuelos que habían emigrado a Francia. La razón a esto debe buscarse en su convivencia en guetos y en la islamofobia que existió en parte de la sociedad francesa, ambos caldo de cultivo para la propagación del sentimiento islámico más radical.
Un artículo del año 2005 publicado por The New York Times analizó cual era el nivel de adaptación de los musulmanes de segunda y tercera generación en Europa, estableciendo tres niveles: asimilación, integración y rebelión. Dentro del grupo de “asimilados”, los menos, estarían aquellos que se han mimetizado dentro de las costumbres y forma de vida del país. El grupo de los «integrados» sería el más numeroso y estaría englobado por aquellos que viven pacíficamente y mantienen sus tradiciones religiosas y culturales. El último grupo sería el de los «rebeldes», los cuales reniegan de la cultura occidental, habitan en zonas pobres y simpatizan con movimientos integristas. Este último grupo es el que amenaza la convivencia del colectivo musulmán en los diferentes países europeos. Según Olivier Roy (“El islam globalizado”) el porcentaje de musulmanes europeos que apoya, en mayor o menor medida, las causas rebeldes es de aproximadamente el 10%, un porcentaje muy considerable.
En Francia los musulmanes representan actualmente entre el 7,5 y el 10% de sus habitantes, llegando a porcentajes muy superiores en las principales áreas urbanas. A pesar de que son minoría, el hecho de que sigan existiendo flujos migratorios de llegada unido a que sus índices de natalidad sean muy superiores al de los franceses, plantea la posibilidad de que puedan llegar a ser mayoría en un plazo relativamente corto, antes del año 2050.
Esta realidad próxima se considera una amenaza por parte de los partidos situados históricamente en posiciones de extrema derecha y, cada vez más, en los situados en la derecha tradicional. Estos partidos alertan sobre la posibilidad de que la cultura dominante en Europa sea la islámica, pudiendo llegar a convertirse en “Eurabia”, un término popularizado hace años por la escritora británica Bat Ye’or. La reacción de la ciudadanía francesa tendrá que hacerse esperar a las próximas elecciones, aunque los sondeos apuntan actualmente a una victoria clara del Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen, la fuerza más votada en las elecciones europeas de 2014.