Todos somos Charlie
El mundo libre sueño con él. Y sueño con la libertad, aquella que debería conducir a cada individuo, guiándole por el camino del bien.
El mundo libre sueño con él. Y sueño con la libertad, aquella que debería conducir a cada individuo, guiándole por el camino del bien.
El mundo entero se moviliza, indignado, expresando su repudio. El ataque terrorista contra el semanario Charlie Hebdo se ha cobrado la vida de 12 personas. En todas las pancartas del planeta se puede leer un único mensaje de tres palabras que se corean al unísono: «Je suis Charlie”.
A veces yo también me escandalizo por unas viñetas, o con la prensa en general. Y muchas más veces no estoy de acuerdo con lo que se publica. Pero esto es el mundo libre, o al menos habrá que luchar para que así sea. Y en el mundo libre no se mata a alguien porque exprese sus ideales, ni siquiera aunque nos parecieran abominables. No fue así el caso.
El mundo libre… sueño con él. Y sueño con la libertad, aquella que debería conducir a cada individuo, guiándole por el camino del bien. El mundo libre… y poder hacer ejercicio de tus pensamientos sin temer a que alguien atente contra tu integridad física. Jamás renunciéis a la libertad, es el bien más preciado que tenéis.
Triste tener que hablar de soñar con ser libres, como un derecho que aún no ha sido conquistado. Triste tener que hablar de muerte como causa de una publicación. Triste, triste. Pero cuando se acaba con un lápiz, se saca punta a otro. ¡Que nadie silencie nuestra voz!
“No comparto tu opinión, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a expresarla”, decía Voltaire.
“Si la libertad de expresión es arrebatada, mudos y silenciosos seremos conducidos como ovejas al matadero”, afirmaba G. Washington.
Por eso, gritemos, todos juntos, porque todos somos Charlie.