Señores políticos: están matando a sus ciudadanos
Todos de risitas entre aplausos y palmaditas en la espalda mientras miles de enfermos de hepatitis C se atrincheran en hospitales esperando ese fármaco ya muy sonado, Sovaldi, que se les lleva prometiendo desde noviembre.
Todos de risitas entre aplausos y palmaditas en la espalda mientras miles de enfermos de hepatitis C se atrincheran en hospitales esperando ese fármaco ya muy sonado, Sovaldi, que se les lleva prometiendo desde noviembre.
Se les están muriendo. Por su culpa. Los están dejando morir con su falta de empatía, sus intereses económicos y sus caras bonitas en televisión. No estamos ante una guerra o una epidemia, no. Estamos hablando de una batalla en nuestro propio territorio causada por un mal funcionamiento del sistema, mentiras y sobre todo dinero, ay maldito dinero.
Todos de risitas entre aplausos y palmaditas en la espalda mientras miles de enfermos de hepatitis C se atrincheran en hospitales esperando ese fármaco ya muy sonado, Sovaldi, que se les lleva prometiendo desde noviembre.
Que dicen que no son ustedes los que recetan sino los médicos. No sé qué coño van a recetar si no son promesas traicioneras y puñaladas traperas.
La palabra “cirrosis” no les acaba de asustar, pero ese desembolso de 125 millones de euros que tendría que hacer el gobierno si les horroriza. La perra la cuentan céntimo a céntimo, pero las personas que están a punto de morir al parecer no, ahí no saben contar. Tan inexistentes han convertido ustedes a esta gente, que por no figurar no figuran en ninguna base de datos de contagiados por hepatitis C. Triste ya es de por sí que la mayoría de estos ciudadanos (y personas, no se olviden) se enteren de su contagio una vez han llegado a estadios muy avanzados. Enfermedad asintomática por si aún no están al corriente. Parece ser que en España nunca se está lo suficientemente enfermo como para que te suministren la medicación pero sí lo suficiente para morir.
Tal caciquismo hay en este país que son las comunidades autónomas las que pagan, autorizan y llevan el recuento de sus propios contagiados. Cómo nos van a hacer caso en Europa si ni siquiera nos hacemos caso entre nosotros, que ni nos aclaramos.
Y aquí no se libra ni el más tonto. No solo es el Gobierno uno de los culpables de todo este embotamiento burocrático sino la propia oposición que en vez de hacer boicot en el congreso de los diputados, se pasea de huelga en huelga haciendo campaña electoral más que luchando por los derechos que se nos están quitando a los españoles. Qué fácil les es oponerse a los atentados contra la libertad de expresión por las avenidas de París, para luego recortar el derecho a vivir en su propia calle. ¡Que ahora vivir es un derecho que ellos dan y toman! Y les tenemos que estar agradecidos en las urnas fíjense.
Una vez más los políticos nos usan a los ciudadanos y a nuestros problemas para chillarse entre ellos y recortarnos a nosotros.