Nueva victoria para occidente

Ahora los medios occidentales tienen una nueva excusa para seguir disparando, no solo contra Al Qaeda, sino contra los millones de inocentes inmigrantes musulmanes que se encuentran en Europa aterrorizados

Luego de la agresiva campaña mediática contra los musulmanes, la cual fue arropada con la controversial bandera de la defensa de la libertad de expresión, las potencias occidentales finalmente son coronadas con una nueva victoria, que aunque pírrica, resulta bastante oportuna en estos tiempos donde la religión se sigue proyectando para ser una de las más grandes en un futuro no muy lejano en Europa.

Irónicamente, quien corona a los aliados occidentales esta vez, al igual que en otras oportunidades, es nada más y nada menos que su principal enemigo: Al Qaeda. Los mismos responsables de la satanización generalizada que se ha sembrado en la sociedad actual sobre toda la religión musulmana y sus practicantes.

Con la autoproclamación como responsables del atentado terrorista contra la revista satírica Charlie Hebdo, Al Qaeda dio un espaldarazo a los pocos responsables de la brutal campaña anti-musulmanes que aún sentían dudas sobre sus acciones. Les dio autorización para seguir sembrando odio contra todos los musulmanes sin distinción alguna, tal como lo estuvo haciendo el magnate australiano de los medios de comunicación Rupert Murdoch a través de su cuenta de Twitter. Ahora los medios occidentales tienen una nueva excusa para seguir disparando, no solo contra Al Qaeda, sino contra los millones de inocentes inmigrantes musulmanes que se encuentran en Europa aterrorizados observando como parece aprobarse su desprotección por las leyes.

Y no son solo los musulmanes ni Al Qaeda los perdedores frente a esta victoria occidental, sino todas las personas que no aprobamos el discurso de odio como sustituto de la libertad de expresión bajo ninguna circunstancia. Los perdedores somos todos los que creemos en una libertad de expresión que no discrimine y cuyo fin no sea aplastar a una minoría que piense diferente. Los que defendemos con honor los valores democráticos por encima de cualquier color, raza o religión.