Temblor a la derecha
Ellos en ningún momento han sentido el miedo de que les puedan quitar su casa y además duermen en colchones calientes todas las noches y normalmente acuden a misa todos los domingos.
Ellos en ningún momento han sentido el miedo de que les puedan quitar su casa y además duermen en colchones calientes todas las noches y normalmente acuden a misa todos los domingos.
Ya se han celebrado las elecciones en Grecia. Ha ganado la coalición de la izquierda y parece que aquí en España han comenzado los nervios. El señor González Pons, portavoz del PP en el Parlamento Europeo, en un alarde de inteligencia ha manifestado que para el PP es preocupante la victoria de Syriza en las elecciones griegas, pero también que los «nazis» hayan quedado en tercer lugar y ha hecho un llamamiento a defender el centro político en España. Pero ha rematado la faena (demostrando que lo que parecía ser inteligencia, era todo un espejismo), diciendo lo siguiente:
«Si Arnaldo Otegi, el dirigente de Batasuna, se alegra de la victoria de Syriza, para la democracia tiene que ser como mínimo preocupante». «Si Otegi está feliz, no podemos estarlo los españoles». Total, que siempre diciendo las mismas tonterías.
Es normal que los señores de la derecha estén intranquilos con la victoria de Syriza. La política que ellos han puesto en marcha, es un absoluto fracaso y además resulta ser tremendamente injusta con los más necesitados y con las clases trabajadoras. Recorte tras recorte, no pueden comprender que los votos les lleven la contraria. Y es normal que no lo comprendan. A sus hijos, no les falta un buen desayuno todos los días, ni calefacción para los días más duros del invierno. Si les cierran el comedor escolar, no hay problema porque siempre tendrán la asistenta en casa, que preparara la comida.
A sus hijos, los Reyes Magos, Santa Claus, Papa Noel o el Olentzero, les traen todo lo que piden y más. Sus hijos no heredan la ropa de unos a otros y visten de marca. En Semana Santa, la familia al completo, va a esquiar a Sierra Nevada, al Pirineos Aragonés o a los Alpes. En verano pasan los días en Ibiza, Puerto Banus, la Costa Azul, Santorini o las Seychelles.
Sus hijos posiblemente van a colegios caros y disfrutan de actividades extra escolares fenomenales. Sus hijos tienen camisetas de sus ídolos deportivos (no importa que cuesten 100 €). Ellos en ningún momento han sentido el miedo de que les puedan quitar su casa y además duermen en colchones calientes todas las noches y normalmente acuden a misa todos los domingos.
En fin, es normal que estén intranquilos y que no se expliquen los motivos por los que los electores se portan tan injustamente con ellos.