El clamor de la espera
¿Cuándo estaremos preparados? ¿Cuándo la prevención será una situación que evite más de 5000 fallecidos?
¿Cuándo estaremos preparados? ¿Cuándo la prevención será una situación que evite más de 5000 fallecidos?
Siempre, las entidades afines a la gestión de riesgos y a la defensa civil dicen que no hay zona segura ante los desastres naturales. Que pasó y ahora solo queda reconstruir y levantar escombros para ver si hay algún sobreviviente. La vida parece tan sencilla que los que estamos tras la televisión solo atinamos a lamentarnos, comentar cosillas fútiles e incluso aprovechar esa coyuntura mundial para hacer cierto reportaje local sobre el tema.
Eso mismo hice. “El 95% de la construcciones es una trampa mortal para la población”, titulé. Al siguiente día, un incendio consumía más de 250 puestos de venta en un mercado de Sullana, una ciudad aledaña a Piura, sitio desde donde escribo este textín. Las autoridades hablan de prevención, de la responsabilidad del mismo ciudadano al momento de construir sus casas. El titular fue: “Cuatro distritos de la provincia concentran unas 45 zonas muy críticas ante incendios”.
¿Cuándo estaremos preparados? ¿Cuándo la prevención será una situación que evite más de 5000 fallecidos? Un compañero de la redacción me dice que lo único por lo que estamos prevenidos es la guerra, como pasa en Medio Oriente. Pero ocurren los “milagros”, según titula la prensa internacional. Un bebé aparece entre el polvo, la miseria y el escándalo de una ciudad venida prácticamente a nada. Las portadas del mundo entero ahí están: el bebé ojos abierto.
Y eso es, entonces. Un clamor de la espera, de la espera por algo inaudito. Ni qué prevención, la sociedad es capaz de reconstruirse desde el punto que sea. Solo necesita alicientes, momentos críticos: un niño en los aires como pretexto de la superación y la nada.