Podemos ser ciudadanos

La política se ha convertido en algo así como una disputa eterna, llena de mensajes infantiles e intentos de llamar la atención que van del rap al chotis pasando por todo tipo de salidas de tiesto.

Dice la noticia que “se recrudece la guerra entre Ciudadanos y Podemos”. Y lo que queda, pienso yo. Acaba simplemente de comenzar la campaña electoral para las elecciones municipales y autonómicas y seguro que muchos estamos ya hasta las narices. La política se ha convertido en algo así como una disputa eterna, llena de mensajes infantiles e intentos de llamar la atención que van del rap al chotis pasando por todo tipo de salidas de tiesto.

Los mítines, los paseos por las plazas de abastos, los encuentros con emprendedores, las entrevistas, la grabación de hobbies, etc., de los candidatos tienen algo en común: me producen vergüenza ajena. ¿Habrá algún remedio para escapar a sus tentáculos proselitistas? ¿Habrá alguna vacuna para mantenerse cabal, independiente y con criterio? ¿Podemos o Ciudadanos? ¿PSOE O PP? ¿Estos o aquellos?

Quizás, simplemente, podemos intentar ser ciudadanos.

Podemos leer, informarnos, conversar, acudir a fuentes fiables, contrastar los datos de los programas, debatir, argumentar. Ser ciudadanos.

Podemos no permitir que se nos tome el pelo constantemente, no aceptar la demagogia, la simplificación, el absurdo, el insulto, la descalificación, la falta de respeto. Ser ciudadanos.

Podemos intentar ser ciudadanos y no consumidores, compradores, espectadores, clientes, votantes, afiliados, socios, simpatizantes, usuarios. Ciudadanos, orgullosos de serlo, conscientes de lo que ha costado llegar hasta aquí. Ciudadanos, intentando ser cada día más dignos, libres, generosos, alegres y buenos.

Me apunto a eso.