THE OBJECTIVE
Fernando Garcia Iglesias

De vencedores y vencidos

Perdió la derecha populista del UKIP y Nigel Farage dimitió. Consiguieron más votos, incluso, que el partido liberal, pero la contingencia de las circunscripciones le dio un solo escaño. Se ha desbaratado, así, un proyecto peligroso para el Reino Unido y para el conjunto de la Unión Europea. No parece que pueda salir un nuevo líder con el empuje de Farage, aunque se harán fuertes en el referéndum para salir de la Unión Europea que ha propuesto Cameron para esta legislatura.

Opinión
Comentarios
De vencedores y vencidos

Perdió la derecha populista del UKIP y Nigel Farage dimitió. Consiguieron más votos, incluso, que el partido liberal, pero la contingencia de las circunscripciones le dio un solo escaño. Se ha desbaratado, así, un proyecto peligroso para el Reino Unido y para el conjunto de la Unión Europea. No parece que pueda salir un nuevo líder con el empuje de Farage, aunque se harán fuertes en el referéndum para salir de la Unión Europea que ha propuesto Cameron para esta legislatura.

Ganó el partido conservador. Venció David Cameron y ni él se lo podía creer. Tras siete encuestas que daban un empate técnico a los dos grandes partidos, con las maletas a medio hacer para ir dejando el 10 de Downing Street, el líder ‘tory’ sale muy fortalecido para afrontar este nuevo mandato. El pueblo británico ha premiado al partido de la responsabilidad y el esfuerzo, el que se ha apretado el cinturón para arreglar unas finanzas que llevaban al país al abismo. Será el último mandato de David Cameron, un líder que muchos vieron como anodino, sin chicha, sin fuerza para llevar el país adelante, pero tras el ‘all in’ que se jugó en el referéndum escocés y ahora la mayoría absoluta, su figura personal y sus políticas de austeridad en los momentos de crisis salen indudablemente reforzadas.

Ganaron, también, los nacionalistas escoceses del SNP. La victoria no hace más que dar un nuevo impulso a esas ansias insaciables del independentismo. Tras el no del referéndum en Escocia de hace unos meses, muchos creyeron que la cuestión quedaba zanjada por una generación, al menos, sin darse cuenta de que el nacionalismo es la fiera indomable que morderá y gruñirá hasta que consiga su objetivo final de dejar la Unión. Parece que la influencia ganada en estas elecciones llevará al Reino Unido hacia la dirección de algo parecido a un estado federal.

Perdieron los laboristas y Ed Miliband dimitió. Desde que se puso a las riendas del partido, Miliband desmanteló lo que quedaba del ‘New Labour’ de Tony Blair, que tan buenos resultados había cosechado, y se escoró a la izquierda, proclamando la vuelta a las ideas socialistas. Los británicos no le han comprado la medicina, caducada, obsoleta. Se atisba una revolución en el laborismo y una vuelta a los principios que les llevaron al poder hace más de una década, con una visión más liberal y responsable en lo económico.

Perdió el partido liberal y Nick Clegg dimitió. El abrazo del oso de los conservadores durante estos últimos cinco años de gobierno conjunto han asfixiado a los liberales. El camuflaje con los conservadores ha sido tal, que los votantes se han decantado por lo real y han castigado al sucedáneo. Tardará años, pero el partido liberal encontrará su voz de nuevo en la oposición, y en el futuro volverá a ser el tercer partido, el contrapeso necesario.

Perdió la derecha populista del UKIP y Nigel Farage dimitió. Consiguieron más votos, incluso, que el partido liberal, pero la contingencia de las circunscripciones le dio un solo escaño. Se ha desbaratado, así, un proyecto peligroso para el Reino Unido y para el conjunto de la Unión Europea. No parece que pueda salir un nuevo líder con el empuje de Farage, aunque se harán fuertes en el referéndum para salir de la Unión Europea que ha propuesto Cameron para esta legislatura.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D