Gobernar a golpe de encuestas

No les gusta lo que hace Bachelet. Solo el 26 % aprueba su gestión. Normal. Nunca le gustamos a todo el mundo.

No les gusta lo que hace Bachelet. Solo el 26 % aprueba su gestión. Normal. Nunca le gustamos a todo el mundo. Ahora Bachelet puede hacer una de dos cosas: seguir gobernando, que para eso le eligieron, o seguir mirando las encuestas, con lo que se convertirá en una más de los que dicen que gobiernan, pero que, como su objetivo es mantenerse en el poder, cambian de rumbo según por donde sople el viento.

Y si el viento te lleva a la derecha, tú, izquierdista de toda la vida, te vas hacia la derecha, en homenaje a una tía abuela que era muy de derechas. Y si el viento sopla a la izquierda, tú recuerdas a un antepasado izquierdoso que murió hace unos 100 años, pero cuyo ideario político te dejó marcado para siempre.

Todo lo anterior está basado en la idea de que todos los chilenos -estoy hablando de Bachelet- son bastante tontines y se creen todo lo que dices, porque tú pones cara muy seria y procuras que no se te escape la risa.

Gobernar debe ser difícil. Gobernar un barco debe ser difícil. Pero si quiero llegar a un sitio, por mucho que sople el viento y por muy enfadados que se pongan los tripulantes, o me agarro fuerte al timón y no lo suelto y digo que aquí mando yo y que ya me pueden poner barones -chilenos, claro- a los que les apetezca coger el timón, que antes les tiro al agua que ceder el mando, o lo siento, Bachelet, en lugar de gobernar haces el bobo (la boba, en tu caso).
Por cierto, estas cosas no pasan solo en Chile.