El sueño de HOB

Lo dicen los coaches que tan de moda están: hay que reinventarse o morir. Es ser distinto. No todo el mundo vale. ¿Lo estamos haciendo bien? Creo que no. Ahora queda que los niños de hoy jueguen en la bañera con sus playmobil para soñar con algo mejor. Todo llega.

Tenía la costumbre de acumularlos en casa. La isla, el barco. Con el paso de los meses lo único que quedaba de cada lote era la estructura principal. Los muñecos acababan desperdigados por la bañera, casas de amigos, primos. Solía llevarlos todos en una maleta del pato Donald. Qué infancia la nuestra. Qué desdichada la que ahora no tiene nada de todo aquello. Jamás los llamé “clicks”. Playmobil de toda la vida.

Qué inmóviles esos muñecos que ahora se han quedado sin padre. Qué generación de brillantes creadores que ahora se los lleva el viento. Pruebo a abrir en épocas navideñas un folleto de esos que antes devorábamos para comprobar que, en el fondo, nada ha cambiado. Ruidosos recuerdos que en el fondo están más presentes que nunca. El mundo de los juguetes no tiene sustitutos mientras los teléfonos móviles cada vez son más magnos, finos y sofisticados.

Soberbio Horst Brandstätter que pusiste en manos de los niños la imaginación de cuentos de otros continentes, batallas del sur, aventuras dignas de náufrago. Qué lejos quedan esas tardes ligeras de carga. Qué bonito es ver que un niño todavía alumbra su cara con una sonrisa de pirata.

HOB (así le llamaban sus compañeros) acudió cada día a la oficina hasta que el destino se lo impidió. Heredó una empresa que podía haber pasado como otra más. Y su éxito fue romperse la cabeza. No vale el “nosotros lo hacíamos así” sino cómo cambiar las cosas para hacerlas más innovadoras. No todo el mundo está preparado, pero él sí. Una piedra en el camino, la crisis del petróleo, fue la detonante. Conocemos el resto de la historia.

Lo dicen los coaches que tan de moda están: hay que reinventarse o morir. Es ser distinto. No todo el mundo vale. ¿Lo estamos haciendo bien? Creo que no. Ahora queda que los niños de hoy jueguen en la bañera con sus playmobil para soñar con algo mejor. Todo llega.