El dilema de Manuela
Las redes sociales fueron las responsables del lanzamiento de Podemos y de las candidaturas de unidad popular. Ahora también se han convertido en la sepultura política de su primer concejal.
Las redes sociales fueron las responsables del lanzamiento de Podemos y de las candidaturas de unidad popular. Ahora también se han convertido en la sepultura política de su primer concejal.
Sin tiempo para deshacer las maletas, a Manuela Carmena le ha tocado sofocar su primer incendio. Las llamaradas empezaron a levantarse casi al mismo tiempo que era investida alcaldesa. La gasolina de las redes sociales hizo el resto y en apenas unas horas el nombre de Guillermo Zapata eclipsaba al de la propia Manuela en su día grande.
El dilema no era menor. Destituir a Zapata y zanjar el debate o mantenerle en su puesto y no ceder de buenas a primeras ante la presión de la oposición y de la opinión pública. Cuarenta y ocho horas después de su nombramiento Carmena tomaba su primera decisión como alcaldesa y Zapata se convertía en “Guillermo, el breve”.
No deja de ser curioso el efecto boomerang de un arma tan poderosa como las redes sociales. Ellas fueron las responsables del lanzamiento de Podemos y de las candidaturas de unidad popular. Ahora también se han convertido en la sepultura política de su primer concejal.
Es un aviso a navegantes. Los recién llegados van a estar sometidos a un intenso escrutinio por parte de la oposición y de los medios. La “maldita hemeroteca” también puede volverse en su contra y lo hará seguramente con mayor intensidad. Y es que cuando alguien pide cuentas, lo lógico es que enseñe las suyas y a poder ser en letra más grande y legible.
Tal vez este no haya sido el mejor titular para el arranque de la legislatura del cambio. “Zapatazos” aparte es innegable la ilusión que ha generado el fenómeno Carmena. Tal vez desde la victoria de Felipe González en el 82 no se hayan visto por las calles de Madrid estampas de celebración como las de este fin de semana.
Si Twitter no lo impide, en breve podremos analizar propuestas y decisiones de los recién llegados. El arranque desde luego, no ha podido ser peor.