No será maduro, pero genio sí
Hacia lo interno de un país empobrecido, azotado por la delincuencia, urgido por la escasez y angustiado por la inflación, ¡ni que venga Súperman!… el guapo de los calzones rojos a lo sumo podría obtener algún beneficio por usar oportunamente el color del chavismo.
Hacia lo interno de un país empobrecido, azotado por la delincuencia, urgido por la escasez y angustiado por la inflación, ¡ni que venga Súperman!… el guapo de los calzones rojos a lo sumo podría obtener algún beneficio por usar oportunamente el color del chavismo.
¿Cómo es que terminó siendo cosa de tanta resonancia un viaje “de perfil bajo y objetivos concretos”, con medios de comunicación totalmente parcializados a favor del sector oficial, con medio país acalorado en una cola, o en moto, o en un sudoroso road movie buscando entregar en un mercado o en otro, más que dinero, las horas productivas, la vida, el futuro, a cambio de papel sanitario, detergente en polvo, leche entera, café, azúcar o una buena barra de mantequilla?
¿A quién en Venezuela se le iba a cruzar por la cabeza preocuparse tan solo un segundo porque a Felipe González (-“quién es Felipe González?… ¿el señor que vende el arroz en el camión de más abajo?”-) no le dejaron entrar a la cárcel de Ramo Verde a ver a Leopoldo López?
Que levante la mano, me escriba un tweet, pegue un grito, me eche un ring, aquel que en esta tierra de Bolívar, tuvo mejor noche o peores sueños porque González llegó o porque González se fue en un avión oficial del gobierno del presidente Santos, causando la ira del que maduro no es.
Aquí lo único que nos quita el sueño son los disparos que se escuchan en la noche y que uno convierte en “chispazos de luz”-o ¡cualquier otro invento!- cuando los niños asustados se te meten en la cama preguntándote “mami… ¿qué fue ese ruido?”.
Hacia lo interno de un país empobrecido, azotado por la delincuencia, urgido por la escasez y angustiado por la inflación, ¡ni que venga Súperman!… el guapo de los calzones rojos a lo sumo podría obtener algún beneficio por usar oportunamente el color del chavismo.
Ahora bien, si se cuenta con un “buen amigo” que al insultarte te hace el mejor trabajo de promoción… no será maduro, pero “genio” sí.