3.000 m… para sus bocas

Un yihadista en una prisión de allí lo tiene más que regular, por no decir horroroso así que ¿Cómo se van a arriesgar nada más y nada menos que 3.000 barbudos, a quienes envío de forma edificante 3.000 mierdas para sus bocas, a meterse en el país de Africa en el que, la policía, cuenta con más chivatos por centímetro cuadrado? N

Cuando salta la noticia de que, 3.000 yihadistas retornados esperan en las fronteras de Ceuta y de Melilla para dar el salto a España, de entrada digo que es falso y de salida añado que se está “terriblificando”, ya saben, el término inventado por el psicólogo Albert Ellis que viene a significar que las cosas se aumentan de forma desproporcionada y se crean películas mentales de desastres, tragedias y calamidades.

Y ahora paso a explicar los motivos que hacen que esa noticia me parezca una especie de delirio colectivo de las agencias de prensa, en primer lugar porque al marroquí que se larga a la yihad no se le ocurre ni en sus peores pesadillas regresar a Marruecos. Las leyes del Reino Alaouita no son las españolas, ni allí se gastan las pamplinas de las que se abusa en España, garantismos hay pocos y garantías para los terroristas hay menos aún. Les digo que las cárceles del país vecino no son para reírse y vienen a ser el reverso tenebroso de los centros penitenciarios españoles. No se trata aquí de descargar mandobles dialécticos sin ton ni son, hablo de lo que conozco y lo conozco por mi profesión que me ha llevado a visitar a esos “grandes olvidados” que son los presos españoles en Marruecos ¿Cuándo fue la última vez que alguno de nuestros “bien pagáos” políticos se alargó a la cárcel de Tetuán o a la de Tanger o a la de Salé? Para mí que no saben ir ni que se compren la guía de viajes en el Corte Inglés.

Un yihadista en una prisión de allí lo tiene más que regular, por no decir horroroso así que ¿Cómo se van a arriesgar nada más y nada menos que 3.000 barbudos, a quienes envío de forma edificante 3.000 mierdas para sus bocas, a meterse en el país de Africa en el que, la policía, cuenta con más chivatos por centímetro cuadrado? Ni un gato piojoso se mueve en la ciudad de Mekinés sin que los servicios secretos de Su Majestad, se enteren al instante, digo Mekinés como puedo decir Agadir, Nador o Casablanca. Los de allí tienen para con los yihadistas un carácter bastante belicoso y 3.000 retornados abultan mucho y hacen mucho ruido y dan mucho el cante, por discretos que quisieran ser. ¿3.000 entre la cutre frontera del Tarajal en Ceuta y la no menos cutre de Beni-Enzar en Melilla que son dos auténticos embudos férreamente controlados por nuestra Guardia Civil y nuestra Policía Nacional por un lado y por los de la Policía marroquí por el otro, dale que te pego con los pasaportes y los cacheos y donde se sospecha de todo lo que se menea entre el problema de la inmigración y el del tráfico de drogas? Pues irían a pasar por los puntos más controlados de España y ante las narices de los agentes y de los guardias más suspicaces de nuestra geografía. ¡Y no digamos si tienen que atravesar el Estrecho pasando los controles de los barcos y la radiografía visual que perpetra el agente de turno a cada viajero en plan “¡te pillé!” porque allí parece que consideran a todos en particular y a la Humanidad en general como “sospechosa” de algo! Imposible. Desde Marruecos no. Por Turquía deslizándose como sabandijas y de aeropuerto en aeropuerto puede que sí y lo harán hasta que pierdan esos pasaportes europeos que no les corresponden. Pero ¿Saben lo que haría Mohamed VI si identificara a 3.000 yihadistas retornados en sus dominios? Pues habilitar una cárcel del tamaño del Santiago Calderón para que todos cupieran dentro y les iban a estar dando palos hasta el son de la trompeta del Juicio Final. ¿Noticia interesada para asustar a los españoles? Seguro. Interesada y necia porque no hace falta un master para detectar a individuos peligrosos, nuestra Policía tiene mucho arte para engancharlos y si ustedes se cruzan por la calle con uno de ellos le reconocerán, es un pálpito, una sensación, un escalofrío, una cosa mala por el cuerpo. Pero 3.000 yihadistas (3.000 mierdas para sus bocas) no hay en nuestras fronteras con Marruecos. Y conociendo aquel país se entiende muy por qué.